Sentimientos

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Te encontrabas tirada en tu cama, con los ojos clavados en el techo, dando vueltas a la charla con las chicas

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Te encontrabas tirada en tu cama, con los ojos clavados en el techo, dando vueltas a la charla con las chicas. Aquel comentario sobre Katsuki había dejado en tu mente una duda enorme, una mezcla de emociones que no te dejaba en paz. Finalmente, decidiste que si querías entender lo que sentías, necesitarías una poderosa lluvia de ideas. Y para eso, necesitabas refuerzos.

Primero, fuiste por Mina. La sacaste de su cuarto entre risas y bromas. Después tocaste en la puerta de Shoto, quien te miró con una mezcla de confusión y calma antes de seguirte sin preguntar. Finalmente, llegaste a la habitación de Iida, quien intentó resistirse diciendo que estaba en medio de una lectura importante, pero prácticamente lo arrastraste hasta tu cuarto.

Ya reunidos en tu habitación, cerraste la puerta y te sentaste en el centro de la cama, mientras los tres te miraban expectantes.

—¿Qué pasa, chica? —preguntó Mina, mirándote con una sonrisa traviesa—. ¿Es sobre lo que charlamos aquella anoche?

Suspiraste, sintiendo que tus mejillas comenzaban a arder.

—Sí... sí, algo así —murmuraste, jugueteando nerviosamente con los dedos—. Estoy en crisis. Creo... creo que Katsuki me gusta. Probablemente. No sé qué hacer con eso.

Iida se acomodó las gafas, evaluando tus palabras con seriedad.

—Entonces, ¿sientes que hay algo genuino ahí? —preguntó, con su tono de análisis característico—. Esto podría requerir una estrategia bien pensada. No podemos abordar este asunto de manera impulsiva.

Mina te lanzó una mirada de burla antes de darle un codazo a Iida.

—¡Oh, basta con tanta lógica, Iida! —exclamó riendo—. Esto es amor, o algo así. No es para tanto cálculo. Lo mejor es que te dejes llevar, ¿no?

Shoto, que había estado en silencio todo el tiempo, soltó una exhalación leve.

—No sé mucho de esto, pero supongo que si te hace sentir bien, entonces deberías dejarlo fluir —añadió con calma, encogiéndose de hombros—. Forzarlo o ignorarlo no va a ayudar.

Mina asintió con entusiasmo.

—Exacto. Yo digo que intentes ser tú misma y observa cómo él reacciona. Bakugou puede ser algo... explosivo, pero a veces hasta los chicos como él se muestran interesados de una manera rara. Tú mantente natural —te aconsejó, guiñándote un ojo.

Por un momento, sopesaste los consejos de tus amigos. Iida seguía luciendo pensativo, como si tratara de buscar el ángulo más adecuado para enfrentarse a esta situación, pero finalmente asintió con cierta aprobación.

—Quizá tienen razón. No es necesario hacer una estrategia, sino simplemente dejar que las cosas sigan su curso. Si tus sentimientos por Bakugou son reales, lo irás descubriendo sin necesidad de analizarlo tanto.

𝓻𝓸𝓪𝓭𝓼 ( Bakugou Katsuki y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora