En un mundo donde los alfas dominan, Yoongi, un alfa, enfrenta la pérdida devastadora de su pareja tras el nacimiento de su cachorro. Sumido en el dolor y la desesperación, se encuentra en el hospital, donde su pequeño recibe cuidados en la unidad d...
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—Entonces, empecemos por cómo te sentiste en estos días desde tu última sesión, ¿Qué puedes contarme? —la mujer cuestionó con una sonrisa, esperando una respuesta.
El alfa se mordió el labio, ¿Debía de decirle aquello que lo estaba inquietando? No estaba seguro de hablarlo, sabía que decirlo en voz alta hacía parecer algo real, y no encontraba una forma de interpretarlo.
—Tuve buenos días —contestó, juntando sus manos sobre su regazo.
—Eso es bueno, ¿Pasaste buenos días con tu cachorro?
Asintió
—Bin crece muy rápido, parece que el tiempo pasa volando. Hoseok me ayudó bastante ahora que volví a trabajar, no quería dejarlo en una guardería porque aún es muy pequeño para ello, pero no sabía con quién dejarlo hasta que él se ofreció a cuidarlo.
—¿Hoseok cuida de Nabin mientras trabajas?
—Sí, él tiene una muy buena relación con Bin porque lo cuidó desde el área de neonatos. Hoseok sabe mejor de los cachorros que yo, no podría encontrar una persona más capacitada para ello que él.
La mujer hizo sus respectivas anotaciones en sus hojas, asintiendo a todo lo que decía Yoongi
—¿Puedo hacer una observación? O ¿Prefieres que lo diga al final de la sesión?
—Puede decirlo, sin problema —-acomodándose en su asiento, escuchó atentamente.
Aclarándose la garganta, acomodó las gafas sobre su rostro y habló.
—En las últimas dos sesiones pareces muy animado al mencionar a Hoseok, inclusive ahora lo traes a la conversación.
—¿Eso es malo?
—No, para nada. A lo que quiero llegar, es que pareces ser más transparente cuando hablas de él, ¿Puedo preguntar qué relación tienen? Parece ser un buen amigo tuyo, para tener también la cercanía con tu cachorro desde un inicio, parece alguien muy confiable.
—Hoseok cuidó de Nabin desde neonatos, él era el enfermero que se encargaba de cuidar el área cuando Bin ingresó, también me ayudó a poder aprender de cómo cuidarlo y demás mientras seguía ahí —deteniéndose por un momento, bajó la mirada— Y, de hecho, resultamos ser predestinados.
Ella no cuestionó más, sentía la tensión que el alfa comenzaba a acumular sobre sus hombros y el cambio del ambiente en la habitación. Esperó de manera paciente hasta que comenzó a hablar de nuevo, prestando atención a sus palabras.
—No me enteré de la mejor manera, cuando supe fue porque él ya estaba demasiado grave porque lo tomó como un rechazo de mi parte, pero jamás sentí nada en particular y posiblemente mi lobo no fue lo suficientemente claro, eran las primeras semanas desde que me acostumbraba a estar solo y hacerme la idea de lo que estaría ocurriendo a futuro, pasé por alto muchos detalles que ahora recién puedo darme cuenta de ellos.
