Club pt. 2

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IMPORTANTE! : Las actitudes de los personajes principales en este capítulo son cosas que NO debes aceptar en tu vida real. No romantices la violencia. Tu salud, tu seguridad y tu bienestar siempre estarán por encima de cualquier persona por más que la quieras. 

Capítulo basado en la canción "You don't own me" (versión de Saygrace). Dedicado a DoctorGodoy. Posiblemente me fui algo lejos de tu idea, pero espero te guste. 

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Tú no eres mi dueño. No soy uno de tus muchos juguetes.


¿Se podía estar molesto por algo así? La mujer que más detestaba en el mundo estaba siendo besada con pasión y ella correspondía con la misma intensidad.

No, no sólo correspondía. Esa mujer estaba permitiendo que la tocaran, que recorrieran sus piernas que quedaban a la altura de las manos de ese chico gracias al banco alto en el que estaba sentada.

Lo peor era que los besos no sólo se limitaban a su boca, sino que por momentos permitía que pasarán a su cuello y sus hombros descubiertos... ¡en frente de todos! ¡EN FRENTE DE ÉL!

Hades la odiaba, la detestaba con toda su alma, pero verla entre los brazos de otro estaba provocándole un enojo tal que sólo podía describirlo como humillación. 

Aunque realmente no estuviera ocurriendo ni ocurriría, sentía que todos en ese club estaban burlándose de su persona, tanto por las acciones de su ex-mujer como por la forma en la que eso le estaba doliendo a él.  

Sin embargo había algo más. Una sensación que iba más allá de sentirse la burla de las personas por no haber sido capaz de retener a una mujer como Maléfica: Era envidia. Envidia de estar en el lugar de ese sujeto y poder besarla y tocarla en público tal y como lo hacía en privado.  Eran celos, celos provocados por la forma en la que ella disfrutaba que otra persona borrara las caricias que había dejado en su piel poco más de una semana atrás. 

Si fuera por él, estaría quemando cada rincón de ese lugar o mejor aún, estaría rompiéndole el cuello a ese imbécil que osaba tocar a su ex-esposa. Pero eso sería darle la satisfacción a Grimhilde y Cruella de verlo perder el control por una mujer que en teoría le importaba menos que un insecto.

Entonces, ¿qué debía hacer con esa sensación de fuego en el estómago que lo tenía a punto de explotar en una llamarada de furia y lo estaba volviendo loco?

La respuesta llegó cuando fue ella, Maléfica, la que le comunicó algo a Leon'a en una de sus orejas felinas y él sonrió victorioso antes de dejar que se levantara y se dirigiera hacia los baños.

Cruella y Grimhilde chillaron de emoción mientras la veían perderse entre la multitud para dirigirse al baño. Aunque a esa distancia las puertas distinguidas por siluetas de leones hembra y macho ya no se veían, ambas sabían lo que significaba ese secreteo.

Leon'a esperó un par de minutos para seguirla y con él, Hades y la sombra de Facilier también se movieron. El moreno estaba preparado, Maléfica había resultado más atrevida de lo que cualquiera en la Isla hubiera pensado al contar su historia y ahora la tendría sólo para él.

Alcanzó a verla entrar al baño de hombres y sólo segundos después todos los que estaban dentro salieron aterrorizados. Sin embargo eso no lo echó para atrás, por el contrario, lo emocionó aún más por la posibilidad de que fuera alguien salvaje y dominante.

Así que se encaminó hasta la puerta marcada con un león macho y se dispuso a entrar... hasta que una mano se lo impidió.

En un parpadeo, se encontraba en el baño de mujeres, suspendido del cuello contra la pared. Todas salieron aterrorizadas sin reparar en ayudarlo. 

Cenizas (Hades x Maléfica | Hadeficent)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora