Decisión pt. 3

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Maléfica fue llamada a la oficina de Ben. Aunque era bastante temprano, Lumière le había dicho que tenía novedades sobre su petición. Cuando entró, encontró al rey embrutecido con un vídeo en su computadora, hacia la cual sonreía.

— ¿Qué es tan divertido? — preguntó ella, algo aburrida por la espera

— Oh, es sólo un vídeo de hace unos días, es de la ceremonia de inauguración del nuevo comedor comunitario. ¿Le contaron al respecto? Es un proyecto de Mal.

— ¡Ja! ¿Comedores para pobres?

— Si así lo quiere ver, sí. Ella me comentó que en la Isla de los Perdidos a veces no había nada que comer y no quiere que las personas que apenas están encontrando una forma de salir adelante se preocupen por los alimentos, así que está ofreciendo lugares donde puedan ir a comer bien a costos muy accesibles. Ya hay dos en funcionamiento en la Isla y uno más cerca del puente que conecta con Auradon, esperamos que pronto lleguemos a los 10.

— Suena a que es una niña buena.

— Lo es. Es la mejor.

— No sé en qué fallé para que no fuera malvada — sobreactuó un poco— aunque más bien todo es tu culpa. Si no hubieras aparecido con esos ojitos de borrego, ella estaría gobernando conmigo y no contigo.

Ben se rió y luego giró la pantalla de su computadora de escritorio hacia Maléfica para reproducir un vídeo en el que Mal, Jay, Evie y Carlos cortaban un listón rojo para inaugurar el lugar. En cuanto lo hicieron, todo el pueblo presente comenzó a aplaudir y corear el nombre de la reina.

Entre los asistentes, Maléfica pudo reconocer el inconfundible cabello de flama azul de su ex esposo, que no apoyaba los vítores, pero sí sonreía con orgullo hacia su hija.

— ¿Qué hace ese estúpido ahí? ¿Por qué lo invitaron a él y no a mi?

— En realidad... — Empezó Ben, girando su pantalla— no invitamos a ninguno de los dos a ese tipo de eventos porque la gente aún les teme, pero él se entera y asiste para estar con Mal en ese momento.

— ¿Lo hace seguido?...

— Se ha colado en todos los eventos desde que la barrera cayó.

Maléfica hizo una mueca y desvió la mirada. Aquello inevitablemente le había traído recuerdos de la noche anterior donde él le rogaba por la vida de su hijo, pues ese idiota estaba resultando ser un padre presente y mucho más considerado de lo que ella pensó que sería.

— Como sea, tu sirviente flacucho me dijo que tienes novedades.

— Sí. Lumière pudo conseguir una clínica privada donde pueden ayudarla a interrumpir el embarazo, pero necesitan hacerle una revisión primero para saber que está sana y a tiempo.

Ella chasqueó la lengua, había pasado ese detalle de largo, pues si bien los síntomas eran recientes, sus acostones con Hades tenían varios meses sucediendo.

— Maléfica, perdón que insista en esto pero ¿usted está segura de querer hacerlo?

— Sí

— Yo... no estoy de acuerdo con eso, ¿sabe? Yo sé que no es mi decisión, pero es un ser inocente... No quiero meterme pero es sólo que a mi me cuesta trabajo entender cómo alguien puede deshacerse así de sus hijos...

— Cuando tengas los tuyos, podrás decidir, Benjamín.

— Lo sé, sólo... no sé. ¿Puedo hacer una pregunta indiscreta?

— Más indiscreto que vernos en las regaderas no creo que se pueda. Hazlo.

— ... ¿Mal fue planeada?

Cenizas (Hades x Maléfica | Hadeficent)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora