Pertenencia

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— Eres una estúpida... — sonó desde la pantalla de su celular — te dije una y mil veces que tuvieras cuidado, que no te dejaras llevar por la calentura y lo hiciste ¡y ahora ahí están las consecuencias!

Maléfica no se dignaba a ver el teléfono que estaba apoyado en un florero sobre la mesa de centro. Realmente lo único que quería era tener un momento de tranquilidad para poder limar sus uñas en completa paz, pero en vez de eso llevaba varios minutos soportando las miradas de Grimhilde y Cruella sentadas frente a ella y los regaños de James Hook en videollamada.

— Lo peor de todo es que tu estúpido neandertal vino a golpearme hace tres malditas semanas y tú no te dignaste a aparecer aquí para saber cómo estaba.

— Estuve muy ocupada — sopló las uñas de su mano derecha y pasó a limar las de la mano izquierda.

— Yo sigo sin entender, ¿por qué pasó? — interrumpió Cruella — Es decir, en la isla todos acordamos que no volveríamos a tener otro hijo porque eran una molestia mientras crecían.

— ¿En serio te preguntas "por qué", Cruella? Es obvio que no pudo resistirse a los músculos de su ex-marido

— Eso no es justificación para que no se cuidaran. Si querían actuar como adolescentes, mínimo hubieran sido responsables.

— Ella tiene toda la razón, Maléfica — volvió a decir Hook, después de exhalar el humo de sus dos tabacos—. sabes que apoyo tus degeneres con ese baboso, pero si iban a andar cogiendo como conejos, lo mínimo que pudieron hacer era utilizar un maldito preservativo. ¿Qué mierdas pasaba por su cabeza?

— ¿En serio quieren una explicación? — preguntó ella, terminando de limar las uñas de su otra mano— Bien, se las doy: me da tan, tan, tan fuerte que los condones se salen y eso es incómodo.

Las mujeres en su cuarto desviaron la mirada y Hook frunció los labios casi como un puchero.

— Qué maldita envidia — dijo el capitán.

— Por más musculoso, alto, guapo y caliente que esté, yo no podría envidiar un nuevo embarazo — Dijo Grimhilde.

— Cierto, quedarías más gorda de lo que estás— se burló el hada — además, piénsenlo bien. Ustedes tienen a un pirata bueno para nada, a un veterinario y a una modista, en cambio mi hija es una reina y el siguiente es básicamente el príncipe o princesa del Inframundo. Ustedes son los que ya no deben reproducirse.  

— Andamos filosas hoy, ¿eh? — comentó Cruella

— No dormí bien y ustedes no dejan de joder— dijo Maléfica, recargando su cabeza en el respaldo de su sillón reclinable.

— Bien... y a todo esto, ¿qué vas a hacer? — preguntó el hombre tras la pantalla

— Supongo que aguantar las malditas náuseas por 6 meses más

— ¡¿Lo vas a tener?! — exageró la diseñadora

—Ya tengo 12 semanas, ya no se puede interrumpir el embarazo — se sumió de hombros

— Oh, sí se puede si no te atienes a las leyes, querida — se burló James

— Pensé que no lo querías...— recordó Grimhilde — Ese día incluso terminaron peleando a golpes en tu cama

— Creí que se besarían en cualquier momento —dijo Cruella, encendiendo un cigarro. Inmediatamente Maléfica chasqueó los dedos e hizo una seña para que lo apagara

— El plan era interrumpir el embarazo pero... pasaron cosas y... — Maléfica frenó y entrecerró los ojos. Por un momento se había dejado llevar por los recuerdos del ultrasonido y las súplicas de Hades, hasta que conectó nuevamente con la presencia de las dos mujeres— a fin de cuentas yo no tengo por qué darles explicaciones a ustedes, trío de chismosos. Si no les dije nada en tres semanas fue para que no pasara esto y vinieran a molestar.

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Cenizas (Hades x Maléfica | Hadeficent)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora