Capítulo 1

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Rio acababa de graduarse, tenía 24 años, graduada con las mejores calificaciones y grandes recomendaciones que la llevaron a iniciar su trabajo en un prestigioso colegio privado, un internado para ser exactos, no era lo que quería o buscaba pero no tenía otra opción mas que aceptar, el trabajo lo necesitaba desesperadamente y un recién graduado no tenía las posibilidades que había obtenido.

Fue difícil conseguir un lugar para Nicky especialmente siendo mitad de año pero lo logro, con mucho esfuerzo consiguió que el pudiera estudiar allí e incluso vivir con ella.

Ambos se habían organizado para llegar el fin de semana y así poder instalarse, incluso desde afuera se veía lo ostentoso que era el colegio.

-Mamá mira las piedras el estacionamiento- señaló emocionado la extraña y elegante decoración

-Nicky que vergüenza suenas como si vivieras encerrado

Nicky soltó una risa mientras miraba a su alrededor maravillado con cada detalle

-Debes ser Río y Nicholas Vidal

Rio sonrió amablemente al ver a la joven frente a ellos, de altura promedio y cabello pelirrojo, Nicky le sonrió antes de seguir observando todo lo que estuviera a su alcance.

-Mamá mira ese árbol

-Juro que si le doy paseos- bromeó Río mientras se acercaba- Un placer Río Vidal

-Wanda Maximoff- estrecharon sus manos- Profesora de arte vamos te mostraré donde está el área de las casas

Rio bajo cuatro maletas amontonando una sobre otra y dejando que Nicky llevará su propia maleta y mochila, Wanda comenzó a señalarle todo lo que había a su alrededor

-Es lejos- murmuró Río

-Da más privacidad- respondió Wanda- Lo agradeceras con el tiempo imagino que harás reformas en tu cabaña

-Si vere el espacio que hay tengo que asegurarme que este cómodo

-Lo estará sino los cuartos de estudiantes están disponibles

-Creo que lloraría si lo dejase solo

-Se acostumbran

-Hablaba de mi- Wanda rio

-Tambien llore cuando mis muchachos comenzaron a dormir en los cuartos de estudiantes

-¿Tienes hijos?

-Billy y Tommy tienen seis y seguro serán compañeros de tu hijo... Está es tu cabaña

Wanda se aseguro de dejar su número de teléfono y número de cabaña en caso de necesitar ayuda, ambos se despidieron antes de comenzar a mirar atentamente la cabaña.

-Mamá es hermosa

El lugar era espacioso, la primer planta había cocina, comedor, living, no era extenso pero si cómodo para dos personas, la planta alta tenía la habitación principal y un baño y una habitación que parecía una oficina

-Mira Nicky llevamos estos muebles a mi dormitorio y haremos el tuyo aquí ¿Te gusta?

-Si ¿Podemos dejar el escritorio y el librero? Quedaría bonito

-Lo que quieras ahora vamos a hacer compras

-Muchos dulces

-No tantos o vomitaremos

-Nadie murió por comer muchos dulces ¿O si?

-Creo que no

El viaje a la ciudad era de 40 minutos por lo que les tocaba ir antes de que sea tarde, basto un carrito lleno y analizar la compra para saber que tendrían suficiente para la semana, como era costumbre los refrescos y chatarra no faltaba.

-Vamos Nicky ayuda con las bolsas

-Son muchas- se quejo- ¿No puedes llevar el auto hasta la cabaña?

-Sabes que no pero tengo una idea

Río agradeció darle la bolsa más delicada a su hijo, Nicholas no dejaba de reír desde que se callo con las seis bolsas, incluso se detenía a reír antes de avanzar y volver a detenerse.

-Anda ríete de tu madre cría cuervos y te sacarán los ojos

-Mamá cuidado

Rio volvió a caer está vez sobre alguien, no escuchar la risa de Nicky significaba que probablemente tendrían problemas, se levantó lo mas rápido que pudo antes de ayudar a la persona que arrollo.

-Lo lamento tanto

-Deberias mirar por dónde vez jovencita este lugar no es un centro comercial

-Lo lamento... Lo siento soy la nueva profesora de literatura Río Vidal

La mujer frente suyo la miro de arriba a abajo, Río al notar que su mano no sería estrechada la coloco detrás de su espalda

-Nicky corre a la cabaña y trae una mochila

-Okey

-Nuevamente lo siento

La mujer no respondió, le dió una mala mirada antes de continuar con su camino, avergonzada se agachó a juntar las latas que había tirado junto a la ridícula cantidad de chatarra que compro, ¿Por qué compro tantos Doritos? ¿Mejor coca cola que cerveza no?

-Aqui mamá

Al llegar a la cabaña Nicky ayudo a acomodar todo, al terminar se acurrucaron en el sofá abrazados como asombraban a hacerlo

-Me gusta este lugar

-A mi también Nicky

Salvando a Agatha HarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora