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Taehyung despertó de golpe, todavía sintiendo la sensación del fuego consumir su brazo izquierdo, el dolor apoderándose de sus terminaciones nerviosas hasta matar varias de ellas, los gritos de su hermano tratando de llegar a él y cómo...

No. Taehyung sacudió su cabeza tratando de alejar esos recuerdos, pasándose una mano por el rostro, sintiendo el frio sudor que le recorría la frente y dejando finalmente su antebrazo sobre sus ojos, tratando de cubrirse de los pocos rayos de sol que se colaban entre las ramas de los árboles... ¿árboles?

Fue en ese momento que la realidad llegó a él de golpe. Rápidamente se enderezó, ignorando las pulsaciones detrás de su nuca o el dolor en su espalda, y observó todo su alrededor. La sorpresa inicial fue sustituida por la incertidumbre a medida que, sin importar a dónde girara su cabeza, lo único que alcanzaba a ver eran cientos de árboles, una vegetación tan viva como nunca creyó ser capaz de presenciar.

Frotó sus manos sobre su rostro con más fuerza de la necesaria, tratando de recordar cómo había llegado hasta ahí, dónde era ese lugar y, aún más importante, ¿dónde estaba su hermano? Solo recordaba pequeños fragmentos de su enfrentamiento con los Kalerium y en su mayoría todo estaba rodeado de una bruma pesada que los hacía borrosos.

Su cuerpo se sentía pesado y probablemente tenía más hematomas en su cuerpo de lo que su desgastada ropa le permitía ver. Poseía un viejo pantalón de mezclilla que no proporcionaba mucha protección debido a las múltiples rasgaduras con las que contaba, su playera no era mejor, al menos no ahora que la mayor parte se encontraba rota y la blanca tela destacaba las manchas de sangre y suciedad. La verdad es que Taehyung se encontraba algo sorprendido, él esperaba estar en peores condiciones, él ni siquiera esperaba seguir respirando.

Así que, con movimientos torpes y lentos, trató de levantarse, sin embargo, un peso extra en su muñeca izquierda no le permitió moverse más que unos pocos centímetros antes de caer de nuevo al suelo. En ese momento fue consiente de un delgado grillete plateado rodeando su muñeca, tan pequeño que resultaría imperceptible a primera vista, pero muy resistente, tal y como pudo comprobar cuando trató de removerlo. Entonces siguió con la vista la cadena conectada a este. Esta llegaba a un pequeño bulto a solo unos pasos de donde él se encontraba y que antes no había percibido debido al arbusto que lo cubría parcialmente.

Como pudo se movió hasta él. Cuando enfoco bien su vista, notó que el bulto se trataba de un cuerpo, pero siguió avanzando con cautela, en esa época no se podía confiar en nadie. Si bien los humanos están en peligro de extinción por la cacería desmedida que han llevado a cabo los dorados, los humanos no siempre se mantienen en grupos, ni mucho menos se llevan bien entre todos. Existen seres solitarios, que prefieren seguir sus propias reglas de supervivencia. Y en una época como esa, nadie podía culparlos, no hay ley ni moral que los detenga.

Así que analizó con cuidado al ser desconocido, lo primero que sus ojos detectaron fue un pantalón azul y, subiendo un poco más, una camisa de color blanco. Se trataba de un uniforme que Taehyung había visto antes, uno que conocía muy bien. De inmediato sus ojos se dirigieron a la mejilla izquierda del hombre y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando vio el brillante símbolo azul.

ALGUIEN DEBE MORIR   |   TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora