Vi la pequeña cola del frío jefe

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Capítulo 31

El dormitorio de la casa de Xin Fengyan está pavimentado con pisos de madera maciza de teca, pintado de un gris ahumado muy claro, que combina con la decoración y el color de toda la casa, haciéndola lucir fría, simple y majestuosa.

Una bola rosada, gordita y esponjosa del tamaño de una pelota de baloncesto apareció en el suelo, lo cual no era menos inconsistente que el abuelo de KFC con un traje de conejita en bikini.

El objeto rosa que existe en la casa de Xin Fengyan solo puede ser el pequeño muñeco de conejo que le dio Mu Xiao.

Hace aproximadamente una hora, el conejito de peluche rosa estaba sentado tranquila y cómodamente en la espaciosa y cómoda cama grande de Xin Fengyan ... bueno, no se podía llamar pausado, y mucho menos cómodo. La cama temblaba un poco. su cabeza golpeó accidentalmente la cabecera de la cama varias veces.

¡Pero nada de esto se compara con que te echen de la cama!

El conejito yacía miserablemente en el frío suelo, boca abajo, con una oreja doblada y doblada debajo del cuerpo, la mitad de la otra oreja apoyada en la parte posterior de la cabeza y la otra mitad colgando del suelo.

Mu Xiao se inclinó para recogerlo y lo sacudió, como si sintiera su dolor y su ira. Frunció el ceño pensando profundamente, preguntándose si fue él o Xin Fengyan quien pateó al conejo cuando lo publicó hace un momento.

Ese recuerdo estaba un poco borroso. Aunque había pasado menos de una hora, Mu Xiao descubrió que no podía recordar el proceso ni las acciones específicas.

En cambio, lo que quedó profundamente grabado en su mente fue el fuerte sentimiento que brotó de su cuerpo y de lo profundo de su corazón al mismo tiempo, así como el estado de ánimo y la apariencia de Xin Fengyan que hicieron que le hirviera la sangre.

La voz de Xin Fengyan, la temperatura corporal de Xin Fengyan, la mano de Xin Fengyan sosteniendo la suya, la cola de Xin Fengyan fuertemente envuelta alrededor de la suya... Todo en él parecía nunca haber estado muy lejos, y podía tocarlo nuevamente tan pronto como levantara la mano. .

El "asesino" probablemente era Xin Fengyan, pensó Mu Xiao. Aunque también estaba muy emocionado, después de todo era más fuerte que él y no podía controlarse hasta ese punto.

Así es, el conejito definitivamente no lo derribó solo ~

Hace una hora, luego de un breve descanso, los dos volvieron a bañarse juntos en esa bañera.

Xin Fengyan tardó en lavarse y tuvo que secarse la cola, por lo que Mu Xiao salió primero para limpiar la cocina.

Este trabajo es muy sencillo. Simplemente arroje todas las loncheras usadas, los palillos desechables y otra basura en la bolsa de basura y empáquela.

Después de hacer esto, Xin Fengyan todavía estaba en el baño. Mu Xiao regresó primero al dormitorio. Cuando estaba haciendo la cama, encontró al conejito tirado en el suelo. Luego realizó un "razonamiento" y llegó a una conclusión. eso lo satisfizo.

Cuando Xin Fengyan regresó, vio a Mu Xiao parado inmóvil a un lado de la cama, de espaldas a la puerta.

Su corazón se apretó, pensando que algo había sucedido, así que se acercó y preguntó: "Mu Xiao, ¿qué pasa?"

"Ah, no es nada." Mu Xiao volvió la cabeza y levantó la muñeca que tenía en la mano con una sonrisa, "Xin Fengyan, tu conejito ~"

La cara que todavía estaba un poco húmeda se puso ligeramente roja y Xin Fengyan asintió: "Bueno, tú me lo diste y yo... siempre lo he conservado bien".