Capítulo 15

122 17 0
                                    


Amelia.

El espejo frente a mí me devuelve un reflejo que apenas reconozco.

La maquilladora está terminando los últimos toques, aplicando una fina capa de brillo en mis labios y repasando las sombras de mis ojos. Las luces alrededor del tocador son cegadoras, y el bullicio del estudio no ha cesado desde que llegué.

Nueva York no descansa. Ni yo.

Han pasado siete días desde que dejé atrás todo y vine aquí. Siete días sin ver a Nicholas. Mi móvil no ha dejado de sonar, desbordado de mensajes, llamadas, incluso algún correo que claramente intentaba pasar desapercibido. No he contestado a nada. No puedo. Prefiero enterrar todo eso en el caos de la gran ciudad.

Con Jesse ha sido diferente, hemos cruzado palabras, sí, pero no sé si quiero que avancemos o que simplemente dejemos de fingir que lo hacemos.

El teléfono vibra de nuevo sobre la mesita. Respiro hondo antes de verlo, esperando que sea algo de trabajo, algo que me distraiga. Pero, para mi sorpresa, el nombre que aparece en pantalla me hace sonreír. Danielle.

—¡Hola, amor de mi vida! —contesto, tratando de sonar más animada de lo que realmente estoy. Solo oír su voz hace que todo sea un poco menos pesado.

—¡Amelia! —exclama, su tono brillante y lleno de energía—. ¿Qué tal la gran manzana? ¿Te han coronado ya reina de Times Square o qué?

Río, sintiéndome aliviada. Siempre sabe cómo hacerme olvidar todo por un rato.

—Por ahora solo me han coronado reina del corrector y la laca para el cabello, no sabes cuántas capas llevo de esto —le digo, haciéndole reír.

—Bueno, mínimo te tienen que estar embalsamando para que no te derritas en esos focos, pero oye, ¿cómo va todo en serio? ¿Nerviosa? — Dice emocionada y me muerdo el labio.

No sé qué responder.

—Sí, bastante —confieso, mirando a la maquilladora, que se aleja dándome un momento de privacidad—. Esto es más grande de lo que pensaba, Elle, siento que estoy en un remolino.

—¿Y qué esperabas? Ser "la cara de América" no es cualquier cosa, bonita —bromea con cariño—. Pero en serio, lo vas a hacer genial, siempre lo haces, eres Amelia Calloway, la persona más perfecta que conozco.

Agradezco sus palabras con un suspiro, mientras juego con una mecha suelta de mi cabello. Hablar con ella es como volver a respirar después de contener el aire.

—Gracias, Elle, no sé qué haría sin tus dosis de realidad. — sonrío.

—Te morirías de estrés, como mínimo, o empezarías a hablarle a tus reflejos en los espejos, rollo película de terror — suelta, y ambas reímos.

El silencio se cuela por un segundo, y aprovecho para tragarme la duda que me ha estado carcomiendo.

—Tengo muchas cosas que contarte. —le digo, y sé que la intensidad en mi voz no pasa desapercibida.

—Ya me estás intrigando, mira, mañana en la fiesta de presentación me cuentas todo, con pelos y señales, ¿vale? Y nada de resumir, quiero los detalles jugosos. — canturrea y no puedo evitar reír.

—Hecho —respondo, sonriendo. La idea de verla, de hablarle cara a cara, hace que todo parezca más llevadero.

Al fin y al cabo, es mi mejor amiga.

—Bien, entonces, disfruta el resto del día, y no dejes que te pongan más brillo o parecerás un diamante gigante. — me guiña el ojo.

Cuelgo el teléfono, y por un momento, solo un momento, siento que hay algo de normalidad en medio del caos. Pero sé que cuando la vea, cuando le cuente todo... el caos apenas empezará a ordenarse.

 Appearances ; Nicholas Alexander ChavezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora