Me explicaste que era el amor sin saberlo //J x V Murder drones//

11.Te quiero como amiga

Comencé a llorar silenciosamente por miedo a que alguien me escuchara, porque la verdad era que no quería hablar con nadie, no estaba de humor.

¿Por qué esa tal Uzi se tenía que llevar a mi chico? Ella tendría muchos amigos en su base y justamente se tenía que llevar a N, me daba mucha rabia.

Como N se siguiera juntando con Uzi el acabaría enamorándose de ella, terminaría por dejarme y acabaría más sola que ese limón podrido que olvidaste que estaba en la nevera. Sí, acababa de montarme un pedazo de escenario que seguramente no pasaría, pero había una posibilidad de que pasara.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta de que alguien estaba llamando a mi puerta hasta que la persona habló.

-¿Qué quieres J?-mi voz sonó quebrada.

-Solo quería saber si estás bien. Te vi correr hacia la habitación y pensé que quizás estabas mal-respondió desde el otro lado de la puerta.

Me levanté de la cama para abrirle.

-¿Puedes quedarte un rato conmigo?-le pedí.

-Claro, los amigos están para eso ¿no?-sonrió, lo que me sacó una pequeña sonrisa

-Pasa-le dije para cerrar la puerta detrás de ella.

-¿Quieres hablar sobre eso?-me preguntó cuidadosamente, como si esas palabras me fueran a romper.

-No-le respondí débilmente.

-Entonces ven aquí-señaló el sitio que había al lado suya en la cama.

Me senté donde me indicó y repentinamente ella me abrazó. Me atrajo hacia ella pegándome a su cuerpo.

Me aferré a ella deseando que no se fuese nunca de mi lado.

Estaba tan pegada a J que podía oler su perfume y eso me tranquilizaba.

Ella me despegó un poco de su cuerpo, me quitó las gafas y me secó las lágrimas con sus dedos.

-Estaré para ti todo el tiempo que quieras-me dijo mientras me acariciaba el pelo. 

-Gracias-le respondí en un susurro que no se si llegó a escuchar. 

Estar abrazada a J me transmitía mucha tranquilidad, tanta que estaba empezando a quedarme dormida. Finalmente me rendí y dejé que mis párpados se cerraran. 

Abrí los ojos lentamente y me tomó unos segundos darme cuenta de que ¡estaba abrazada a J! Ella estaba dormida y se veía linda, supongo. Quería quedarme más tiempo abrazada a ella, así que me volví a acomodar y me volví a dormir. 

A la mañana siguiente me desperté y J seguía dormida. Me quedé observándola por unos minutos hasta que comenzó a abrir los ojos lentamente. 

-¿Mirarme es tu nueva obsesión? -preguntó en un tono de broma. 

-Puede ser-le contesté en un tono coqueto. 

¿Por qué había respondido así? Mi cuerpo había actuado por si solo y había sido extraño, pero más extraño había sido el pensamiento de la noche pasada, "J me parece linda", más raro que eso imposible. 

-Amaneciste coqueta hoy ¿eh? -siguió con ese tono de broma. 

-Contigo amanezco como quieras-seguí con el mismo tono. 

Las dos estallamos a carcajadas luego de esas extrañas palabras.

-¿Estás mejor? - me preguntó con una leve sonrisa. 

Asentí. 

-¿Quieres hablar ahora? 

Asentí para coger aire y explicarlo todo.