Emily Tancredi, hermana menor de la Dra. Sara Tancredi y hija de el gobernador del estado Frank Tancredi, siempre sintió que tenía que llenar unos zapatos muy grandes. Siguiendo los pasos de su hermana, aceptó un puesto de enfermera en la penitencia...
El corazón de Emily se aceleró mientras caminaba por el largo y estéril pasillo de Fox River, sus pasos resonaban en el silencio. El director la había dejado con nada más que una inquietante sensación de miedo. Había hecho todo lo posible por mantener la calma, pero al pasar junto a los guardias, podía sentir que la mirada de ellos la observaba, percibiendo que algo no iba bien. Su pulso se aceleró con cada paso, sabiendo que la investigación sobre la fuga de Michael solo se intensificaría.
No esperaba que la interrogaran tan pronto. Estaba claro que el director no confiaba en ella, aunque no la había acusado directamente de complicidad. Todavía. La sospecha estaba ahí. Cada acción de Emily estaba siendo examinada y, con cada momento que pasaba, podía sentir que la red se estrechaba a su alrededor.
---
A la mañana siguiente, el turno de Emily comenzó más temprano de lo habitual. Sintió el peso de las miradas sobre ella, desde los guardias hasta el resto del personal médico. Todos estaban nerviosos, susurrando detrás de sus manos. La fuga de Michael había sacudido a Fox River hasta sus cimientos, y cualquiera que hubiera estado remotamente conectado con él, ya sea a través del tratamiento, la conversación ó simplemente la proximidad, ahora era una persona de interés.
No pasó mucho tiempo antes de que se encontrara con su hermana, Sara, en el pasillo. La tensión entre ellas era palpable. Sara tenía sus propias sospechas sobre la fuga, y Emily podía verlo en sus ojos. La preocupación silenciosa, las preguntas que no se hicieron pero que claramente estaban allí, flotando en el aire.
"Em, ¿podemos hablar un minuto?" preguntó Sara, su voz suave pero con una nota de urgencia.
Emily dudó pero asintió. "Claro, Sara. ¿Qué tienes en mente?"
Sara la llevó a una pequeña oficina sin uso en el ala médica, la puerta se cerró con un clic detrás de ellas. En el momento en que estuvieron solas, la mirada de Sara se volvió aguda, sus ojos buscando el rostro de Emily.
"Has estado actuando de manera extraña últimamente", dijo Sara, cruzándose de brazos. —Sé que has estado bajo mucho estrés con todo lo que pasó en Fox River, pero…— Se quedó en silencio, la pregunta quedó en el aire.
La garganta de Emily se cerró. Se obligó a parecer casual, a ignorar la repentina ola de culpa que amenazaba con abrumarla. —No es nada, en realidad. Supongo que solo estoy cansada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sara no estaba convencida. —Es más que eso, Em. He visto la forma en que has estado viendo la fuga...la forma en que has estado evitando las preguntas. Y luego está el hecho de que Michael Scofield…él— Hizo una pausa, entrecerrando los ojos. —... Fue tratado aquí. Has tenido contacto con él personalmente más que nadie, la gente del personal está hablando, creen que no lo sé pero se que lo hacen cuando se callan cada vez que paso de largo.