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La madrugada en Awa'atlu aún no llegaba a su fin para dar inicio a la mañana, el primer día de la familia Sully muy pronto se completaría, las aguas estaban calmadas y los animales emitían un hermoso canto que acompañaba al compás de esa madrugada, aunque para todos era la hora de descansar, para una na'vi oceanica no era el mejor de sus descansos. Tauriel se encontraba inquieta sintiendo náuseas haciendo que su seño se perdiera por completo, ella había tratado de ignorar ese malestar pero ahora era algo inútil pues cada vez se incrementaron más, así que, se levantó con mucho cuidado de no despertar a su compañero Tonowari y a sus hijos Tsireya, y Ao'nung.
Tauriel salió del marui para sentarse en la parte de afuera justo en la orilla de los caminos tejidos colgantes que unían las vainas marui, sus piernas colgaban tocando el agua.
Tonowari se percató de la ausencia de su compañera cuando levantó su brazo y en su lugar no encontró nada, él inicialmente se sentó retirando algunos mechones de cabello suelto que cubrían su rostro, observo a sus dos hijos dormir, Tsireya dormia plácidamente en su amaca pero Ao'nung era la excepción paresia como si peleará consigo mismo en su amaca esto sacó una sonrisa en Tonowari, después de esto se levantó y camino hacia las afueras del marui encontrando a Tauriel.
——Cariño, ¿que sucede?, ¿no te sientes bien?—Tonowari camino hasta llegar donde se encontraba Tauriel, tomo lugar a su lado, rodeándola con su brazo, para atraerla hacia él.
——«Últimamente las nauseas han aumentado, ahora no puedo dormir»—Tauriel recostó su cabeza en el hombro de Tonowari.
——¿Por qué no me hablaste sobre eso?, podría preparar algo para ti—Tonowari acariciaba el rostro de Tauriel con mucha delicadeza.
——«No quiero molestar»—Tauriel cerro sus ojos por unos pequeños segundos disfrutando del tacto de su pareja.
——No molestas, no pienses eso jamás, tú y mis dos hijos son lo más importante para mí—Dejo un beso en la cabeza de ella.
——«Tres, podrían ser tres»—Tauriel levantó su cabeza—«No quería decirte nada hasta no estar segura, pero he hecho cuentas y todo lo confirma»
Tonowari se quedó en silencio, su cola se movía de derecha a izquierda, su emoción era evidente, extendió sus manos para ponerlas sobre el estómago de Tauriel.
——Hace meses que le preguntaba a la gran madre sobre esto—Tonowari dejo un beso en la mejilla de Tauriel—no sabes lo feliz que estoy.
Tauriel le sonrió a Tonowari para después extender sus brazos y rodearlo en un abrazo, abrazo que fue correspondido.
