Buscando un camino de luz

Dios ve tus lágrimas

Hay una frase poderosa en el capítulo de hoy, 2 Reyes 20:5-6: "Escuché tu oración y vi tus lágrimas." Estas palabras de Dios a Ezequías, transmitidas por el profeta Isaías en un momento de gran tristeza, nos recuerdan que el Dios de un billón de estrellas te escucha y ve tus lágrimas. No dudes de esto; Él escucha de verdad.

En 2 Reyes 20, el profeta Isaías le anuncia a Ezequías que no sanará y que pronto morirá. Ante esta noticia, Ezequías clama a Dios con profunda tristeza, y Dios lo escucha, respondiendo a su oración. No solo le concede sanidad, sino también quince años más de vida. Tres días después de su recuperación, Ezequías va al templo para adorar a Dios. Así como con Ezequías, Dios también está dispuesto a sanarte y a renovar tus fuerzas. Cuando Dios responde a tus oraciones, ¿lo adoras y le das gracias? Incluso en tiempos de tribulación, debemos clamar, adorar y dar gracias. Durante la felicidad y abundancia, mucho más aún, no debes dejar de engrandecer a Dios. Cada día de tu vida es un testimonio de Su gloria y Su honra.

En 2 Reyes, capítulo 22, Josías, hijo de Manasés, comienza su reinado. Un día, Josías le pide a Hilcías, el sumo sacerdote, que recoja dinero para la reconstrucción del templo. Mientras trabaja en ello, Hilcías encuentra el libro de la ley de Dios y se lo da a Safán, el escriba. Cuando el rey Josías escucha las palabras del libro, se da cuenta de cuánto se han apartado de Dios. Esto le causa una profunda inquietud.

Al igual que Josías, cuando leemos y estudiamos la Biblia, nos hacemos conscientes de aquello que hacemos mal y que no agrada a Dios. Ya no somos ignorantes de nuestros errores. ¿Qué haces ahora con el conocimiento que tienes? Josías, por su parte, se arrepiente sinceramente y consulta a Dios. A través de la profetisa Huldá, Dios le responde en 2 Reyes 22:18-20: "Por cuanto oíste las palabras del libro, y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y sus moradores, que vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová. Por tanto, he aquí yo te recogeré con tus padres, y serás llevado a tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar."

Josías no solo reconoció sus pecados, sino que también se arrepintió y comunicó al pueblo el contenido del libro de la ley para que corrigieran sus propias maneras de actuar. Destruyó todos los templos de dioses falsos, incluido el que Salomón había construido, y eliminó a los sacerdotes que los adoraban, a los brujos y a los adivinos. Josías tomó acción completa sobre aquello que estaba mal en su vida. ¿Te has tomado tú también el tiempo para examinar qué debes eliminar de tu vida? Ahora que conoces la verdad de Dios y tienes Su palabra, ¿cambiarás y confesarás tus pecados? Hoy el llamado es al arrepentimiento y al cambio, pues Dios escucha tus oraciones y ve tus lágrimas.