crossroads +18 [en proceso]

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—¿De qué te ríes, Lauren?

Ella reconoció de inmediato la voz de Skat y lo vio bajando las escaleras, usando la linterna de su celular para iluminar su camino. Al llegar al pie de la escalera, sin previo aviso, apuntó la luz hacia su rostro, provocando que Lauren soltara un gruñido de disgusto antes de darle un manotazo al teléfono para apartarlo.

—¿Te crees payaso o qué? No sabía que trabajabas en un circo.

Skat se alumbró a sí mismo, esbozando una sonrisa burlona.

—¿Te asustaste? —se mofó, soltando una risita.

—No.

Él alzó una ceja, divertido, mientras fingía toser para ocultar su sonrisa.

—Tu respiración dice otra cosa, Lauren.

Ella chasqueó la lengua y desvió la mirada, recorriendo el oscuro entorno con fastidio.

—¿Fuiste tú quien apagó las luces?

Skat asintió, con una mueca que ella encontró irritante. Lauren lo observó con frialdad, sin disimular su disgusto.

—¿Por qué? No fue gracioso, Skat. Enciende la luz, quiero prepararme algo de comer.

Se dirigió a la cocina, pero se detuvo, volviendo la cabeza para mirarlo con sospecha.

—Un minuto... ¿cómo demonios entraste a mi casa? Y, más importante, ¿cómo supiste dónde vivo? —murmuró, apretando los dientes.

Skat alzó las manos en señal de paz, manteniendo su expresión despreocupada.

—Fue Pietro. Me llamó para que viniera a echarte un ojo y asegurarme de que no hicieras alguna... —vaciló, levantando nuevamente las manos en un gesto de inocencia al ver cómo ella lo fulminaba con la mirada—...alguna tontería. Sus palabras, no las mías. La verdad, me extrañó que él me contactara, pero luego entendí el punto.

Skat sonrió con picardía.

—La "tontería" a la que él se refería era que salieras de casa sin más.

Lauren soltó un suspiro de frustración mientras él le devolvía una sonrisa divertida.

—Y luego comprendí por qué no quería que salieras de casa.

—¿A qué te refieres? —preguntó Lauren, frunciendo el ceño.

—Vives en un lugar remoto, apartado de la sociedad — comentó Skat, dejando que su mirada vagara por la sala.

—Ujum.

—Prácticamente en un bosque restringido. ¿Tienes conexión de fibra? Porque, para tener wifi y electricidad aquí, debes tenerla, ¿no?

Lauren asintió lentamente, empezando a perder la paciencia.

—Sí, ¿y?

Skat inclinó la cabeza, adoptando un aire serio.

—¿No notas algo raro, Lauren?

Ella lo miró aún más confundida, sin entender a dónde quería llegar.

—Ve directo al punto.

—Tienes un sistema de seguridad básico, pero funciona. Ese sistema está conectado a la fibra óptica, ¿me equivoco?