Es muy posible que irme de viaje con un grupo de personas entre las que se incluyen el tío que me gusta y el tío con el que me acosté hace tiempo estando tan borracha que no recuerdo ni en qué postura lo hicimos no haya sido mi mejor decisión hasta la fecha, pero creo que ya es demasiado tarde para cambiar de opinión. Tal vez sería un poco raro que aquí, a medio camino entre el miniván de nueve plazas que hemos alquilado y el edificio del que acabo de salir, me diese la vuelta para volver a encerrarme en el apartamento de mis amigas, aunque ganas no me faltan.
Por suerte, parece que Hoseok y los otros dos aún no han llegado. Resulta que, teniendo en cuenta que todos ellos viven por la zona, se decidió de manera unánime que el aparcamiento que hay frente al apartamento de mis amigas sea el punto de encuentro para iniciar nuestro viaje, pero de momento solo veo a Jimin y a Taehyung, que están organizando el equipaje en el maletero para hacerle hueco a nuestras cosas. Es entonces cuando mi mente decide hacerse la pregunta del millón.
—¿Dónde está Jungkook? —pregunta Chaewon, dándole voz a mis pensamientos. Y la verdad es que me alegro de que sea ella la que lo haya preguntado, porque yo no tenía ninguna intención de hacerlo.
—Ha ido a comprar no sé qué. Comida para el viaje, seguramente —responde Taehyung, concentrado en jugar al Tetris con las maletas y que todas encajen a la perfección.
Esto tampoco pienso ser yo quien lo diga, pero teniendo en cuenta que solo estaremos fuera tres días, creo que se han pasado con el equipaje. Yo solo llevo una bolsa deportiva con un par de mudas, un bikini que no me pongo desde hace años y el pijama. Eso sin contar el vestido negro con pequeños lunares blancos que llevo puesto ahora mismo y las sandalias, que son el único calzado que pienso usar durante todo el viaje. Ah, y el neceser del maquillaje, claro. Lo más importante.
—La verdad es que yo esperaba que lo primero que dijeras fuera algo así como un «Buenos días, chicos, qué emoción que por fin vayamos a hacer este viaje», pero un «¿Dónde está Jungkook?» también me sirve. —La ironía que desprenden las palabras de Jimin es casi palpable, pero, por si acaso, también decide lanzarle a su bestie una mirada cargada de reproche—. Perdónanos por no ser Jungkook, no sé.
Chaewon suelta una carcajada mientras se acerca a él, tendiéndole su mochila de Hello Kitty. El rubio la recibe por inercia y le hace un hueco en el maletero, y aunque hace el amago de sonreír con uno de los extremos de su boca, consigue mantener su indignación.
—No lo he preguntado por mí, idiota. Digamos que era para una amiga —dice ella, mirándome por el rabillo del ojo con disimulo.
—Ahhh... entiendo —murmura él, que, en cambio, me mira descaradamente. Taehyung, a su derecha, rueda los ojos y decide pasar del tema para acercarse a Minju y ayudarla con sus cosas—. No te preocupes, Sohee, tu secreto está a salvo conmigo.
Y me guiña un ojo, el muy capullo.
—Sois gilipollas —bufo, cruzándome de brazos—. Pues para que lo sepáis, estáis completamente equivocados. Me da igual dónde esté Jungkook. Ni siquiera me había dado cuenta de que no estaba.
—Bueno, Sohee, mentiras tampoco. Eso está muy feo —dice Taehyung al pasar por mi lado, y yo le miro con la ofensa escrita en la cara. ¡Pero ¿será traidor?!
—En eso tengo que darle la razón a Tae —le secunda Minju mientras le entrega sus cosas—. Mentir no es el camino, tía. A veces, el silencio es la mejor opción. Sobre todo en tu caso, que mientes de pena.
Me quedo mirándolos a los cuatro boquiabierta. Pero ¿qué es esto? ¿Un complot contra mí? Y para colmo ellos siguen a lo suyo como si nada. Que si «pásame esa bolsa», que si «ten cuidado con donde pones mi mochila porque se me puede romper el colorete», y yo aquí; hundida, humillada, expuesta. Son lo peor. Además, vale que mis amigas sepan que me gusta Jungkook porque yo misma se lo dije, pero la verdad es que no me apetece que mis sentimientos sean de dominio público, y tampoco creo que sea muy conveniente que sus mejores amigos lo sepan. ¿Y si alguno de ellos se va de la lengua y se lo acaba diciendo? Sería una putada. Tendría que cambiar de identidad, mudarme a otro país, empezar una vida desde cero... No me saldría rentable, así que decido hacer un último intento y negarlo todo de nuevo.
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Fake Love » jjk
FanfictionA sus veintiún años, Ahn Sohee no es ninguna entusiasta del romanticismo. Mientras los demás jóvenes de su edad se embarcan en relaciones formales y no tan formales, ella prefiere invertir su tiempo en cosas más importantes como estudiar, ayudar a s...