—Oye, ¿es normal que tarde tanto? —se cuestiona Taehyung, mirando a su alrededor con gesto preocupado.
—¿Quién? ¿Chae? —le pregunto yo, y él asiente—. Sí, tranquilo, es completamente normal. Su impuntualidad forma parte de su encanto. Pero tú sigue comiendo, porque como tengamos que esperarla...
Me interrumpo cuando mi vista periférica capta un movimiento extraño y fugaz en la esquina superior derecha de mi bandeja. Cuando miro mi gelatina de fresa, me doy cuenta de que Jungkook ha vuelto a robarme un trozo. Sí, otra vez. ¿Cuántas veces van ya? ¿Doscientas?
—¡Jungkook! —le regaño, y él se ríe con la cuchara todavía metida en la boca. Los aros plateados de su labio inferior tintinean al chocar con el cubierto cuando lo retira, y su dentadura blanca y perfecta hace acto de presencia para burlarse de mí—. Te juro que si vuelves a hacer eso una sola vez más...
—¿Qué? ¿Me vas a pegar? —inquiere con una sonrisa desafiante.
—Pues mira, ganas no me faltan.
Se echa a reír y sus carcajadas infantiles me contagian parte de su diversión, pero me obligo a mantener la boca recta. No quiero que me vea sonreír, porque si cree que sus jueguecitos me hacen gracia seguirá con ellos durante todo el almuerzo. Para eso es como un niño. Y puede que para muchas otras cosas también. Un niño grande y muy tonto.
—En fin, como iba diciendo —continúa Minju, que antes de que Taehyung le interrumpiera, estaba hablando de su próxima actuación—, creo que podré conseguir cinco entradas si les pido las sobrantes a algunos de mis compañeros, pero necesito que me confirméis que vais a venir.
—Será por la tarde, ¿no? —pregunta Jimin mientras mastica su comida con efusividad, y Minju asiente—. Entonces sí, cuenta conmigo.
—Conmigo también —dice Taehyung.
—¿Y vosotros? —nos pregunta mi amiga, alternando su mirada entre Jungkook y yo. ¿Desde cuándo nos hemos convertido en un pack?—. Bueno, sé que Sohee va a venir, más que nada porque sería el fin de nuestra amistad si no lo hiciera. Pero, ¿tú...?
Mira a Jungkook de arriba abajo y eleva uno de los extremos superiores de su boca, como si en realidad no quisiera invitarle y le disgustara la simple idea de hacerlo.
—Supongo que iré —responde él con un deje de indiferencia, como si en realidad le estuviera haciendo un favor al aceptar—, pero solo porque no tengo nada mejor que hacer.
—¿Sabes qué? Mejor no vengas —se retracta Minju—. No me apetece ver tu careto mientras actúo, no podría concentrarme.
—Lógico —coincide él—, yo tampoco podría concentrarme si alguien tan extremadamente atractivo como yo me estuviera mirando.
—¿Atractivo? Debes de tener diez dioptrías en cada ojo si piensas que ese colador que tienes por cara te hace atractivo.
—Y tú debes de tener veinte si todavía eres incapaz de apreciar mi belleza etérea. —Eleva el mentón con orgullo mientras lo dice, como si quisiera alardear de su fisonomía.
—Seré capaz de apreciar esa belleza de la que hablas cuando tú seas capaz de usar un microondas —replica ella, mirándolo con los ojos entornados.
—Ahí has ido a hacer daño —le recrimina Jungkook, haciéndose el ofendido. Luego, tira de mi brazo como si quisiera interponerme entre ellos y dice—: Sohee, defiéndeme.
—A ver, Jungkook, admite que te lo tienes un poco creído... —le acuso.
—Claro que sí, pero solo porque puedo.
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Fake Love » jjk
FanficA sus veintiún años, Ahn Sohee no es ninguna entusiasta del romanticismo. Mientras los demás jóvenes de su edad se embarcan en relaciones formales y no tan formales, ella prefiere invertir su tiempo en cosas más importantes como estudiar, ayudar a s...