¿No crees que ese libro fue muy cruel? ¿No crees que nos merecemos algun tipo de terapia? Yo creo que si, la canción de Aquiles será algo que dolerá para siempre. Así que voy a fingir que Aquiles nunca fue a esa guerra y que esos dos son felices ¿va...
La cena fue divertida, estábamos comiendo en silencio y de la nada Quirón se paró y relincho, eso asustó a Patroclo y yo pare de comer, después me fijé bien en la escena y la culpable era Lou, jugando con la cola de Quirón. Quirón se quedó viendo al gatito y después nos miro con perspicacia, nuestra cara nos delató enseguida. Nos interrogó y Patroclo dijo que era nuestra mascota. Le prometimos que no le daría problemas y que nosotros nos haríamos cargo, así que acepto.
Volvimos a la cueva con, Ailouros, durmiendo en los brazos de Patroclo, estábamos en silencio. Patrocloo estaba dándome el tiempo para contarle lo que hablé con mamá. Le agradecía que fuera tan paciente conmigo, gracias a él, mi día no se había arruinado. Siempre que el estaba conmigo, yo volvía a ser feliz.
- Entonces, Mou Aquiles, ¿Estás bien?- me tomo del meñique mientras caminábamos.
- No lo se, siendo sincero creo que ya esperaba todo lo que mi madre dijo.
- Pero...?-dijo el con tranquilidad.
- Pero de todos modos, me lastimó -dije mientras sujetaba su mano con fuerza- Tetis dijo que tengo que ser el mejor de los griegos, al fin me reveló mi dichosa profecía. O solo un pedazo, estoy seguro de que ni ella lo sabe completamente.
- ¿Ni la gran nereida Tetis lo sabe completamente? -dijo Patroclo sorprendido, para él, los dioses sabían lo que pasaba en el presente, pasado y futuro, pues eran "poderosos".
- Ella citó: "La profesía dice que Aquiles, será el mejor guerrero del ejército griego y que ganará fama y gloria si lucha en la guerra de Troya.." Ella hizo una pausa larga y después me miró, dijo que ese era mi destino y que no podría cambiarlo, que quería que la hiciera sentir orgullosa. Y que nadie podía interferir.
Mire a Patroclo, sabía a qué se refería Tetis con eso. Su cara era pura tristeza, no quería decirle eso último. Quería seguir con él, y los planes de los dioses no decidirían mi vida. Una estúpida profesía, no decidira lo que yo haré con mi vida. Tomé su mano y la bese.
- Ellos no decidirán mi vida, Patroclo, Es mi vida y no voy a permitir que nadie más decida por mí. Cambia esa cara triste, Mou Agápi- lo tome de la cara y acerque mi frente a la suya- Patrocloo.. dime un héroe que haya sido feliz.
En sus ojos se reflejaban sus pensamientos, Heracles, Teseo, Jason. Buscaba una respuesta, un solo semidiós que tuviera gloria y felicidad. Pero...
-No puedes- dije en un susurro
- No puedo- repitió con melancolía, pero después dijo firmemente -Se el primero, tienes que ser el primero en serlo Aquiles, por favor..
- ...Juralo. Juramelo Patroclo.
- ¿Yo? ¿Por qué yo?
- Porque tú eres la razón, juramelo y yo te prometo que lo lograré, solo por ti.
- Lo juro.
***
Mientras los años pasaban yo y Patroclo dejabamos de tener esa apariencia de niños, Patroclo se volvía alto y supongo que por genética, robusto, no le gustaba tener el pelo largo, así que mantenía su ondulado cabello café bastante corto. Su piel morena y ojos oscuros por su estirpe en Opus. Eran algo que lo hacían resaltar.
Su cara demostraba tranquilidad y paciencia, pero también experiencia. Cada vez era más inteligente y temperamental, Patroclo, solo se hacía más atractivo a medida que creciamos. Estar cerca de él era cada vez más complicado, solo con tenerlo al lado me hacía sentir cosas que me costaban reprimir. Con el paso del tiempo mis sentimientos hacia el solo habían aumentado.
Me dedique a entrenar todo esté tiempo y por primera vez en mi vida, lo disfrute, me gustaba la acción, las peleas y las espadas. La adrenalina que corría por mi cuerpo cada vez que enfrentaba algún animal salvaje o a Quirón, aunque no difería mucho. Con el paso de los años entendí que estoy hecho para estar en el campo de batalla. Pero no disfruto de las guerras, muchas personas sufren por eso. Pierden todo por culpa de la guerra y aún así los reyes siguen enviando gente a su muerte por simples tierras. Las historias de Quirón son historias de terror sobre humanos que disfrutan de aplastar y matar.
Hemos estado tres años en el monte Pelión, vivimos los cuatro: Quirón, Patroclo, Ailouros y yo, sin nadie más. Voy a ver a mi madre de vez en cuando. Cada seis meses, Quirón baja conmigo y ella lo interroga de cómo van mis entrenamientos. Ya no hablamos, al menos no como antes. Por ahora no he escuchado sobre alguna guerra próxima, ni sobre movimientos enemigos de parte de Troya, creo que aún tengo tiempo para disfrutar de vivir aquí. Soy feliz aquí, quiero seguir aquí por muchos años más.
- Aquiles ¿Que haces ahí parado como tonto? Hay que irnos, Quirón está esperando- Patroclo llevaba los grandes troncos en sus hombros, sus músculos se flexionaban, mientras el sudor caía de ellos- skatá, es tarde, Quirón nos va a regañar.. de nuevo.
- Ya voy ya voy, ¿Quieres ayuda?-dije tratando de tomar uno de los troncos.
- Está bien, no pesa nada ¿Ves?- dijo y tomo todos esos troncos con un solo brazo y acaricio mi mejilla con su mano libre- Tu solo toca la lira mientras volvemos a casa. ¿Esta bien?
- Está bien.
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