Eran las 21 p.m. y la oficina estaba envuelta en una nube de humo, producto de la cadena de cigarros que San no paraba de encender y apagar.
Estaba agotado. El Coronel Park no lo había dejado solo un puto momento.
Después de un extenso recorrido por las instalaciones del regimiento, las críticas y los insultos llovieron sobre él.
Jihoon no se había contenido, y Yeosang se había unido a la fiesta, lanzando comentarios cortantes y ofreciendo consejos sobre liderazgo.
El capitán Choi había logrado escapar de aquellos dos apenas unos minutos antes. Ahora, ansioso y con los nervios en vilo, esperaba impaciente los pasos de Mingi. Pero el silencio era opresivo, y su teniente no aparecía.
La intriga lo consumía. ¿Qué habrían discutido durante el almuerzo? ¿Cuáles eran los planes de Yeosang? Pero sobre todo, necesitaba oír de labios de Mingi: que Wooyoung y Yeosang no eran novios. Esa era su prioridad.
San abrió la puerta y sacó la cabeza para investigar. En las sombras del pasillo, dos figuras se entrelazaban en un beso apasionado: su teniente y Seonghwa.
-¡Teniente Song! -gritó, exasperado.
Seonghwa se separó bruscamente de Mingi, jadeando. Mingi le susurró algo al oído antes de enderezarse y acercarse a San.
-¿A qué la urgencia, capitán? ¿No ves que... -comenzó, pero San no le dio tiempo. -¡Auch! -se quejó cuando fue asido de la oreja.
El capitán lo arrastró hacia dentro de la oficina y lo soltó empujándolo sobre una silla.
-¡Hace media hora te espero, renacuajo inservible! -bramó furioso-. ¡Y tú de gato en celo en los pasillos!
Mingi se acarició la oreja enrojecida.
-¡No me culpes por estar enamorado!
-Como sea -gruñó sentándose del otro lado del escritorio-. Escupe todo lo que sabes.
-¡Uff! ¡Qué día más agotador! -exhaló Mingi un profundo suspiro, luego arrugó la nariz-. ¿Pretendes ahogarte? No se puede respirar aquí.
-Suéltalo -ordenó San, su impaciencia palpable.
Mingi se tocó la nuez de Adán. -Tengo la garganta seca... ¿Tienes algo de whisky?
-Mingi... -amenazó.
-Si no me hidrato, no podré hablar... -dijo divertido.
San rodó los ojos y se levantó a buscar la bebida, le tendió de mala gana el vaso y se paró en jarras, su expresión inflexible.
-No es el mismo de la otra vez -se quejó el teniente-. ¿Bajamos la calidad, mi capitán?
En realidad, Mingi estaba probando los límites de San, quería ver hasta qué punto Wooyoung le importaba. Y disfrutaba jugando con él.
-Bueno... -dijo aclarándose la garganta-. ¿Qué quieres saber exactamente? Conversamos largo y tendido...
-Todo.
Mingi le relató con lujo de detalles todas las atimañas que tenía en mente el capitán Kang, no omitió nada.
San lo escuchó atentamente, pasando por diferentes emociones, la más destacable fue el odio.
Una ola de tranquilidad lo recorrió al saber que Wooyoung y Yeosang no eran pareja.
-Maldito hijo de puta -rugió al terminar de oír el monólogo del teniente-. ¿Le pidió eso a Wooyoung?
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El Último Refugio
FanficEn un mundo devastado por la amenaza mutante, el capitán Choi San lidera el regimiento con mano de hierro. Su misión es clara: erradicar la amenaza y restaurar la esperanza. Pero cuando Jung Wooyoung, hijo del gobernador y recluta novato, se une a s...