Taehyung y Seokjin caminan hacia el distrito de Goyang, por senderos rocosos, un lugar tan alejado de las residencias que incluso el aire parece más denso, impregnado con el olor del río mezclado con el de los barriles de vino que descansaban en la ribera. El distrito está lleno de almacenes y muelles, donde los trabajadores descargan cajas y se oyen las voces de los comerciantes, que se mezclan con el griterío de las aves.
Las únicas personas que pueden estar al aire libre luego de las campanadas, bajo la vista de los guardias.
Seokjin lo conduce por un callejón estrecho, donde el río queda apenas visible a la distancia, una corriente oscura que fluye silenciosa y pesada en medio de la penumbra. La zona no es solo de comercio; aquí hay más que transacciones. También es el lugar donde se mueven rumores y se cierran tratos en la sombra, lejos de las miradas de la nobleza y los guardias reales.
Finalmente, llegan a una vieja construcción de madera ennegrecida por el tiempo, con un letrero que apenas se sostenía: "La Boca del Lobo".
—Es aquí —dijo Seokjin, abriendo la puerta sin ninguna ceremonia.
Al cruzar el umbral, Taehyung se encuentra en un ambiente completamente distinto de lo que ha conocido hasta ahora. La taberna está sumida en una penumbra opresiva, con la luz de las velas parpadeando débilmente entre las sombras, iluminando rostros endurecidos y marcados por el tiempo. La mayoría de los presentes parecen trabajadores del puerto, sus ropas llenas de polvo y tierra.
Las conversaciones se apagan poco a poco cuando los ven entrar. Aunque no lo reconocieran, su postura, su ropa y la manera en que evita las miradas revelaban su origen privilegiado. Es un extraño en la taberna y lo saben.
Un hombre de aspecto corpulento, con barba desgreñada y un ojo cubierto por un parche, se acerca a ellos. Su mirada se posa en Taehyung, evaluándolo de arriba abajo.
—No traigas problemas, Seokjin —gruñe, sin apartar los ojos del príncipe.
—No estamos aquí para eso, Dongha —responde Seokjin con un tono seco, apartando al hombre con un simple gesto.
Dongha los mira una vez más, pero vuelve a su lugar al ver la frialdad en los ojos azules de Seokjin. La taberna es conocida entre los pueblerinos como un lugar donde la ley real no alcanza; los tratos y las disputas se resuelven a la manera del puerto, donde la palabra de un alfa u omega vale tanto como su fuerza. La nobleza rara vez se aventura aquí y el mismo nombre del lugar es una advertencia.
Taehyung mira a su alrededor, observando cómo un grupo de hombres juega a las cartas en una esquina, intercambiando miradas calculadoras mientras lanzan monedas gastadas sobre la mesa. En otra mesa, un anciano cuenta historias a un par de jóvenes omegas, hablando en susurros de tiempos oscuros.
Seokjin se inclina hacia él, con una sonrisa irónica en el rostro.
—Bienvenido al distrito más amargo de todos, príncipe. Aquí nadie espera nada de ti.
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KIM KINGDOM ✧ VKook Ⓟ
Fanfiction«Cuando se muere por la causa no hay mayor acto de fidelidad, pero cuando te hacen renunciar al trono que te pertenece no hay más que coraje en el alma.» Kim Taehyung es el heredero al trono, un alfa de porte al que un grupo de rebeldes se les ocurr...