Capítulo 1

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Hola, espero que les guste la historia, la hice con mucho esfuerzo, y cariño.

[...........]

Tendido en el suelo, sintió la vida disolverse entre sus dedos, deslizándose lentamente como arena que se niega a ser contenida. La tristeza era un peso inmenso que aplastaba sus huesos, y la sombra del arrepentimiento le nublaba la mente. ¿Por qué las cosas terminaron de esta manera? ¿Cómo llegó a perderlo todo tan rápido, como un sueño que se rompe al amanecer?

Su cuerpo apenas era capaz de registrar el dolor; ya no lo sentía, como si hubiera alcanzado un umbral más allá de la agonía, en un espacio entre la vida y la nada. La pérdida era tan devastadora, tan infinita, que apenas lograba concebirla. Perdió a los dos seres que más amaba en un instante, arrebatados de su lado antes de que pudiera siquiera intentar detenerlo. "¿Sasuke ya no está?" El eco de la pregunta se rompió en su mente. Y "Kurama... tampoco está."

Las lágrimas cayeron, sin remordimiento ni control, mojando la tierra, sin importar si el cuerpo que las derramaba terminaba vacío, seco, como un río exhausto. De la misma forma, la sangre escapaba de sus heridas abiertas, fluyendo en un torrente tan silencioso como su corazón. Los huesos rotos, los yesos quebrados... incluso eso quedaba lejano, como si el dolor físico fuera incapaz de competir con el vacío que le ocupaba el pecho. Era un vacío que lo envolvía, vasto y helado, incapaz de sanar ni con el tiempo ni con la esperanza.

Mientras la conciencia se desvanecía, dejaba ir en su mente la colección de decisiones, aquellas buenas y malas, cada una con su peso de culpa y su rastro de amor no dicho. Y en sus últimos pensamientos, como una estrella a punto de apagarse, surgió un deseo imposible. "Si tan solo tuviera una segunda oportunidad..."

La oscuridad fue envolviéndolo, un manto que se cerraba sin prisa, como un final al que ya no podía resistirse. Cerró los ojos, sabiendo en su corazón que jamás volvería a abrirlos.

[...]

Abrió los ojos de golpe con la respiración agitada y el corazón no paraba de latir tan rápido como si corriera una maratón.

Su mirada se dirigió a su entorno, notando que se encontraba en el hospital, al parecer lo lograron encontrar antes de que pudiera morir.

De repente los recuerdos de los sucedido lo invadieron como una avalancha dejándolo en blanco por unos instantes, no sabia ni que pensar y solo pudo dejar que sus lágrimas cayeron de forma silenciosa en la que su voz estaría atascada en su garganta no queriendo gritar a todo pulmón aunque así su pecho lo pidiera.

Quería limpiar sus lágrimas, pero sus manos no se movían, estaba paralizado y el dolor en todo el cuerpo no lo dejaba tranquilo, se sentía fatal, quería morir por toda la tristeza que sentía, como desearía que nada de eso hubiera pasado.

—Buenos días Naruto— sorprendido por la repentina presencia, vio a su amiga peli-rosa, muy feliz a su parecer, como si Sasuke no hubiera muerto....

Sakura notó el estado de su amigo e inmediatamente se acerca a él con ojos preocupados, revisa su estado y ve que nada esta fuera de lo común aparte del hecho de que esta mal herido después de su batalla con Sasuke.

—¿Naruto qué pasa, porqué lloras?

No podía pronunciar una sola palabra, su garganta esta hache un nudo, trataba de pronunciar algo, pero cada vez que abría la boca se escuchaban sollozos lamentables.

Sakura se limitó a consolarlo en silencio, lo abrazaba y le acariciaba la cabeza con suavidad esperando a que dejara de llorar, después preguntaría que es lo que pasa.

Pasaron unos minutos en los que el rubio lloró incansablemente hasta que sus lagrimas se cercaron y el nudo en su garganta se deshizo, ya un poco más calmado, levanto su cara para ver a Sakura a lo ojos y disculpase con ella por no poder traer a Sasuke sano y salvo.

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