[.......]Naruto se encontraba en su departamento, mirando fijamente el techo mientras los recuerdos recientes volvían a su mente, una y otra vez, como si intentaran atormentarlo. Los días que habían pasado desde la partida de Sasuke se sentían interminables, y cada noche se tornaba más dura de sobrellevar que la anterior. Era un tipo de dolor al que no estaba acostumbrado, una mezcla de impotencia y soledad que parecía comérselo por dentro. Las horas transcurrían lentas, y mientras más pensaba en lo que había sucedido, en cómo Sasuke lo había dejado sin siquiera una explicación o una respuesta, el vacío en su pecho se hacía cada vez más profundo.
Se preguntaba si había sido un error confesarle sus sentimientos de esa manera, si tal vez se había precipitado, si había asustado a Sasuke al mostrarse tan vulnerable. La frialdad con la que Sasuke lo había mirado antes de desaparecer de su vista era lo que más dolía. Por mucho que intentara convencerse de que estaba preparado para cualquier tipo de reacción, la verdad era que no lo estaba. Lo que había deseado, lo que había soñado, era que Sasuke lo mirara con la misma calidez que él le ofrecía, que le sonriera, o que al menos le diera una respuesta, aunque fuera un rechazo. Pero Sasuke simplemente se había ido, dejándolo con el corazón en mil pedazos y una sensación de abandono que lo desmoronaba por dentro.
No era la primera vez que Sasuke se alejaba de él; habían pasado por eso antes, en épocas más jóvenes y con razones diferentes. Pero esta vez el contexto era distinto, y la herida también. Esta vez no había una guerra de por medio, ni un deber ineludible. Esta vez, Naruto solo había querido mostrarle sus sentimientos, algo tan sencillo y humano, y aun así, parecía que Sasuke había sentido la necesidad de huir.
Naruto suspiró y cerró los ojos, recordando las palabras de Ino hace unos días. Ella le había dicho que Sasuke no era alguien expresivo, y que quizás necesitaba más tiempo para procesar lo que había escuchado. Quizás tenía razón. Pero esperar... La idea de quedarse en la aldea, de seguir viviendo día tras día sin hacer nada, sin intentar hablar con Sasuke, era algo que simplemente no podía tolerar. Su espíritu inquieto y su amor incondicional por Sasuke lo impulsaban a querer ir tras él, a no quedarse de brazos cruzados mientras el tiempo pasaba.
El dilema le quemaba la mente, y no había forma de evadirlo. Sabía que quedarse significaba esperar sin certeza, sin siquiera saber si alguna vez recibiría una respuesta. Y aunque era consciente de que Sasuke necesitaba espacio, cada fibra de su ser le gritaba que no podía dejarlo ir, que no podía permitirse perderlo otra vez.
Finalmente, Naruto se levantó, incapaz de soportar la quietud de la habitación. Dio algunos pasos hasta llegar a la ventana y miró la aldea iluminada por la luz tenue del atardecer. Sabía lo que debía hacer, incluso aunque una parte de él temiera que Sasuke volviera a rechazarlo. Pero Naruto nunca había sido alguien que se rindiera fácilmente, y mucho menos cuando se trataba de alguien tan importante como Sasuke. Estaba dispuesto a arriesgarse, incluso si significaba que tendría que enfrentarse a la misma frialdad y silencio. Porque, en el fondo, prefería intentar y fracasar a quedarse en la duda, preguntándose eternamente qué habría pasado si hubiera seguido a Sasuke.
Apretó los puños con determinación, sintiendo que su resolución se fortalecía con cada segundo que pasaba. Iría tras él, no importaba lo que costara.
Naruto con una decisión firme resonando en su mente. Si algo había aprendido en todos esos años de entrenamientos, misiones y desafíos, era que la espera no era una opción para él. Tenía que actuar, y tenía que hacerlo ahora, antes de que la duda pudiera echar raíces. Así que, sin perder más tiempo, comenzó a preparar lo necesario para el viaje.
Recorrió su habitación con pasos rápidos, revisando cada rincón en busca de lo esencial. Primero, empacó algo de ropa ligera en una pequeña mochila; después, algunos suministros de primeros auxilios, recordando que Sasuke solía viajar solo y no llevaba consigo más que lo mínimo. También añadió algunas porciones de comida que podrían resistir unos días en el camino, pues estaba decidido a encontrar a Sasuke sin importar cuánto tiempo le llevara.
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Eco del pasado
Fiksi PenggemarNaruto en sus últimos momentos, le reza a cualquier ser supremo existente, que cumpla su triste deseo de que le den una segunda oportunidad. "Confié en esa persona porque me prometió una historia feliz, llena de risas y momentos que recordar; pero a...