[...........]La noche había caído, envolviendo el bosque en una calma apenas interrumpida por el susurro del viento entre las ramas. Naruto y Sasuke habían recorrido un largo tramo desde la última aldea, caminando en silencio, con un entendimiento tácito de que era hora de buscar un lugar donde acampar. Naruto, que solía hablar incluso cuando el silencio era la opción más fácil, había aprendido a contener su energía, respetando la introspección de Sasuke. Era como si cada paso en compañía del otro equilibrara la tensión, llevándola gradualmente hacia una calma que ninguno de los dos había anticipado.
Sasuke inspeccionó el área, buscando un claro adecuado, y señaló un sitio cerca de un arroyo. Naruto asintió, y ambos se pusieron a preparar el campamento sin necesidad de palabras. Encendieron una pequeña fogata, cuyo parpadeo iluminaba sus rostros con una calidez tenue. El aire fresco de la noche llenaba el espacio entre ellos mientras se acomodaban, cada uno en su propio rincón, en un silencio que esta vez no parecía incómodo.
Después de unos minutos, Naruto se recostó sobre la hierba y miró el cielo, con las estrellas extendiéndose como un manto brillante sobre sus cabezas. Sasuke observó a Naruto de reojo, notando la expresión tranquila en su rostro, y sintió cómo sus propias tensiones se relajaban un poco. Quizás era el cansancio o el hecho de que, al final del día, no había razón para seguir conteniendo esa pared de distancia que había construido.
—¿Sabes? —dijo Naruto, rompiendo el silencio en un tono bajo, como si no quisiera romper del todo la paz de la noche—. Este lugar me recuerda al campo de entrenamiento en Konoha. Hay algo en el sonido del arroyo... No sé, es como estar en casa.
Sasuke asintió, pero no dijo nada. Sin embargo, Naruto no necesitaba una respuesta inmediata. Era su forma de hablar, su manera de llenar los vacíos, de conectar con el ambiente sin importar si recibía una respuesta o no.
Después de un momento, Naruto continuó.
—Recuerdo que, cuando éramos niños, yo siempre intentaba impresionarte... o quizás solo llamarte la atención. Era como si tu aprobación fuera algo que necesitara para sentir que estaba haciendo algo bien. Creo que nunca te lo dije, pero siempre me impulsaste a ser mejor, incluso cuando tú estabas lejos, aunque nunca te dieras cuenta.
Sasuke, al escuchar esas palabras, sintió un extraño nudo en su estómago. Aquellos recuerdos que Naruto describía eran su propio pasado también, pero él nunca los había visto de esa forma. Para él, Naruto había sido una constante, un rival en quien volcar su esfuerzo, alguien que le había hecho sentir, en muchas ocasiones, cosas que no sabía poner en palabras.
—No te imaginaba así en ese entonces —respondió Sasuke, su voz tan baja que casi se perdía en el crepitar del fuego—. Pensaba que solo eras un tonto ruidoso, siempre buscando llamar la atención de todos.
Naruto soltó una leve risa, divertida y sincera.
—Sí, lo era, ¿no? —respondió, rascándose la nuca con una sonrisa despreocupada—. Pero tú eras el único al que de verdad quería impresionar. Siempre lo has sido, Sasuke.
Ese último comentario hizo que Sasuke apartara la mirada, mirando hacia el fuego, como si la intensidad de las llamas pudiera disipar la extraña sensación que esas palabras le provocaban. Naruto siempre había tenido una forma de hablar honesta y directa, algo que solía incomodarlo. Pero en ese momento, en medio de la quietud de la noche, esas palabras tenían un peso diferente.
El silencio se prolongó nuevamente, pero esta vez se sintió cómodo, como si ambos estuvieran sumidos en sus pensamientos, permitiendo que la presencia del otro llenara el espacio. Después de un rato, Sasuke se recostó también, dejando que sus ojos se perdieran en las estrellas.
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Eco del pasado
FanficNaruto en sus últimos momentos, le reza a cualquier ser supremo existente, que cumpla su triste deseo de que le den una segunda oportunidad. "Confié en esa persona porque me prometió una historia feliz, llena de risas y momentos que recordar; pero a...