Harry se acomodaba en el sillón del apartamento de Hermione, con las manos entrelazadas y los pies nerviosos que no dejaban de moverse. Hermione, sentada frente a él con una taza de té en las manos, lo observaba con curiosidad, tratando de adivinar qué lo traía tan inquieto.
—¿Entonces qué es eso tan urgente que querías contarme? —preguntó ella, levantando una ceja.
Harry soltó un suspiro y rascó la nuca, mirando hacia el techo como si las palabras estuvieran escritas allí.
—Es sobre Susan —dijo finalmente, y la mirada de Hermione se iluminó con una mezcla de sorpresa y diversión—. Resulta que... bueno, la otra noche, después del trabajo, fuimos a cenar y, para mi sorpresa, me dejó claro que le gustaría que exploráramos algo más... —se detuvo, aclarando la garganta—, y que incluso... no le importaría que fuéramos a la cama antes de que algo más serio suceda.
Hermione no pudo evitar soltar una risa, llevando una mano a la boca para amortiguarla.
—Oh, Harry, de verdad eres un caso único. ¿No te has dado cuenta de que eres el mejor partido para una bruja? —dijo ella entre risas, los ojos llenos de un brillo cómplice.
Harry se sonrojó, esbozando una sonrisa tímida.
—Es solo que... nadie había sido tan directa conmigo. Y Susan... no sé, me hace sentir de una forma que no había sentido antes. Pero, ¿crees que es normal que alguien sea tan honesto sobre querer algo físico primero? —preguntó, buscando algún tipo de validación.
Hermione dejó la taza a un lado y lo miró con ternura.—Harry, las relaciones no tienen un solo camino correcto. Susan es una mujer que sabe lo que quiere, y si te sientes cómodo con eso, entonces no hay nada de malo. Además, confía en mí, mereces ser feliz.
El ambiente se suavizó y, por un momento, los dos amigos se sumieron en un silencio amigable. Hermione tomó aire y cambió el tono de la conversación.
—Hablando de cosas serias, hay algo que debo contarte —dijo, su voz bajando un poco—. El médico muggle que me hizo la ecografía nos dejó preocupados, habló de posibles complicaciones y sugirió... cosas que no puedo ni pensar. Ahora estoy esperando los resultados de la prueba de vellosidades coriales.
Harry se quedó en silencio, procesando la información antes de poner una mano reconfortante sobre el brazo de Hermione.
—Hermione, escucha. Sé que es difícil, pero estás con Malfoy, y te guste o no, tiene una de las sangres más puras del mundo mágico. Si hay algo de lo que estoy seguro es que ese bebé, o esos bebés, además gracias a Merlín, no eres su prima o algo similar, de ser así yo creería que tendrían cola... Sin embargo, no tienen ningún tipo de parentesco, por lo que ese bebé será fuerte y sano.
Hermione se mordió el labio, un leve atisbo de sonrisa cruzando su rostro.
—No es un bebé, Harry. Son dos. Estoy esperando gemelos —confesó, y observó cómo Harry tenía una exagerada reacción de sorpresa, llevándose las manos a la cabeza y abriendo la boca desmesuradamente. Claramente estaba fingiendo, pero ella no lo sabía.
—¡¿Dos?! ¿Me estás diciendo que vienen dos mini Malfoys al mundo? ¡Merlín, Hermione! —exclamó, haciendo que ambos estallaran en risas nerviosas.
En ese momento, la puerta se abrió y Jean Granger entró, llevando un sobre en la mano y una expresión tensa. Hermione y Harry se miraron, sus sonrisas desvaneciéndose al instante.
—Hermione, lo siento, pero los resultados... no germinó. No tenemos diagnóstico —dijo Jean, sus palabras colgando en el aire como una sombra.
Harry fue el primero en romper el silencio, volviendo a tomar la mano de su amiga.

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Divorciada ©
FanfictionUna vez que su matrimonio ha terminado, Hermione tendrá que reinventarse e iniciar de nuevo, encontrarse a si misma, mientras se abre a nuevas amistades libre de prejuicios del ayer. ~~~~~ ✨ Pareja Principal: Dramione εїз Publicado: 27 de octubre...