Las semanas pasaron en la que la joven pareja salían a cenar pasear y en las noches hacían más cosas que hablar.
Hermione llegó a la oficina temprano en la mañana, pero a diferencia de otros días, no llevaba consigo la energía decidida y la compostura que la caracterizaba. Sus pasos eran más lentos y sus ojos reflejaban un torbellino de emociones: nerviosismo, duda y una pizca de esperanza. Al entrar, vio a Susan y Daphne, sus colegas y amigas, que estaban sumidas en su conversación habitual sobre los chismes recientes de la comunidad mágica.
—Oh, por favor, Susan, ¿de verdad crees que esa historia de Rita Skeeter es cierta? —Daphne reía, agitando una mano como si quisiera disipar cualquier duda—. Esa mujer inventaría cualquier cosa por unos galeones extra.
Susan abrió la boca para responder, pero ambas notaron la presencia de Hermione y la miraron con atención. El silencio se hizo en la oficina mientras la joven se quitaba la bufanda y la dejaba sobre el respaldo de su silla, evitando encontrarse con los ojos curiosos de sus amigas.
—¿Hermione, estás bien? —preguntó Daphne, arqueando una ceja y con una media sonrisa que no podía ocultar su curiosidad. Hermione, sin poder evitarlo, levantó la vista y suspiró, las palabras se escaparon de sus labios antes de que pudiera detenerse.
—Es mi periodo... debería haber llegado hace una semana y… nada. —Su voz era apenas un susurro, pero fue suficiente para que sus amigas la escucharan claramente.
Los ojos de Susan se abrieron de par en par, y una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro. —¡Oh, Merlin! ¿Te imaginas? ¡Seré Tía de trillizos los Malfoy! —bromeó, riendo mientras aplaudía suavemente.
Daphne, que hasta ese momento había estado observando a Hermione con un brillo de comprensión en los ojos, abrió su bolso y sacó una pequeña botellita de cristal que contenía un líquido esmeralda. —Hermione, toma esto —dijo, extendiéndosela—. Es una poción de prueba de embarazo. Solo necesitas verter unas gotas de orina, y si aparecen pequeñas chispas, estás embarazada. Si no, bueno, querida, entonces será mejor que sigas exprimiendo a Draco un poco más.
Hermione se quedó boquiabierta, parpadeando mientras procesaba lo que Daphne le ofrecía. —¿Por qué tienes esto en tu bolso? —preguntó, sorprendida y un poco divertida.
Daphne levantó un hombro y sonrió con un toque de picardía. —Soy una bruja con esposo y por tanto mucha actividad amatoria, Granger. Siempre hay que estar preparada para cualquier sorpresa. Vamos, ve al baño y haz la prueba. No podemos concentrarnos en nada hasta que lo sepamos.
Hermione asintió lentamente, tomando la botella con manos temblorosas. Caminó hacia el baño de la oficina, con el sonido de los latidos de su corazón resonando en sus oídos. La puerta se cerró tras ella y se miró en el espejo, tomando un profundo respiro. “Es ahora o nunca”, pensó mientras realizaba la prueba.
La espera se le hizo eterna, cada segundo parecía un minuto y cada minuto una hora. Finalmente, cuando vertió las gotas necesarias en la poción, el líquido verde reaccionó casi de inmediato. Pequeñas chispas doradas aparecieron y bailaron sobre la superficie, iluminando el baño con una luz tenue y mágica. Hermione sintió cómo una ola de emoción y alivio la invadía, transformando su preocupación en una felicidad que no sabía que podía sentir.
Volvió a la oficina, con las mejillas encendidas y una sonrisa que hablaba por sí sola. Susan y Daphne se pusieron de pie de inmediato, expectantes.
—¿Y? —preguntó Susan, sus ojos brillando de emoción.
Hermione asintió, y una pequeña risa de pura felicidad escapó de sus labios. —Estoy embarazada.
Susan soltó un grito de alegría y abrazó a Hermione con fuerza, mientras Daphne sonreía de oreja a oreja, uniéndose al abrazo grupal.

ESTÁS LEYENDO
Divorciada ©
Fiksi PenggemarUna vez que su matrimonio ha terminado, Hermione tendrá que reinventarse e iniciar de nuevo, encontrarse a si misma, mientras se abre a nuevas amistades libre de prejuicios del ayer. ~~~~~ ✨ Pareja Principal: Dramione εїз Publicado: 27 de octubre...