La Novia Del Guerrero

Capitulo 7: Bienvenidos a la Familia

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Naruto estaba hojeando su teléfono distraídamente y sin mirar nada en particular mientras esperaba que su novia, o más bien su prometida, se uniera a él en la cama. Las cejas de Naruto se alzaron ligeramente cuando su pantalla se iluminó con una llamada telefónica. Se alzaron aún más cuando vio que era de un número que no conocía.

-¿Quién carajo...? -dijo con sospecha, mientras su cerebro trabajaba horas extras para ver si estaba equivocado y era alguien a quien realmente conocía.

"¡¿Dijiste algo, nena?!" gritó Rias desde la ducha.

"¡No es nada!", gritó, agradeciéndole mentalmente a su yo del pasado por poner su teléfono en silencio.

Verás, muy pocas personas tenían su número de teléfono. Y todas y cada una de esas personas estaban guardadas en sus contactos. Así que, para que una persona desconocida lo llamara... tenía que ser un error o alguien le había dado su número a otra persona sin su permiso.

"Al diablo", pensó Naruto, "no voy a descubrir nada como esto". Presionó el botón de respuesta en la pantalla y se llevó el teléfono a la oreja. Justo antes de que pudiera decir algo, una voz que lo dejó sin palabras sonó a través del altavoz.

Hola, señor Uzumaki. Me gustaría jugar un juego.

La voz era profunda y áspera y, si hubiera sido humano, incluso podría haberlo asustado. Sin embargo, en ese momento, lo único que hizo fue hacerle sudar un poco, ya que podía escuchar claramente los matices femeninos de quien sabía que estaba del otro lado.

-Mamá... ¿Qué estás haciendo? -suspiró Naruto cansado.

-¡¿Qué?! Quiero decir, ¿De qué estás hablando? Mi nombre... es Jigsaw -gritó, su voz femenina salió perfecta por un segundo antes de arreglar el cambiador de voz y continuar con su broma ya fallida.

"Uhuh. Y mi apellido no es Uzumaki. Sabes, he estado pensando en cambiarlo a Gremo-!" Naruto sonrió mientras escuchaba a su madre tirar a un lado el dispositivo que estaba usando para cambiar su voz antes de levantar su teléfono.

-¡Escúchame, señor! Si mi mente no me está jugando una mala pasada y te oigo decir lo que creo que acabo de decir, ni siquiera las puertas del cielo serán suficientes para protegerte de que te dé una paliza. ¿Me oyes?

Fue en ese momento, mientras su madre lo reprendía, que Naruto se dio cuenta de que tal vez había ido demasiado lejos con su broma de venganza. No era que no supiera que ella reaccionaría de esa manera, ni mucho menos. Sí, si había algo sobre lo que nunca se debería bromear cerca de Kushina Uzumaki, era sobre la herencia de su familia.

Honestamente, tuvo suerte de que todo lo que recibió fuera una reprimenda. La última vez que alguien había insultado a su familia, su madre había destripado al hombre con su puño desnudo y había dejado su cuerpo pudriéndose en medio de la calle. Naruto tenía cinco años cuando presenció eso. Y ahora que lo pensaba, ¿no era el despiadado salvajismo de su clan algo de lo que su madre le había dicho que se enorgulleciera?

-Está bien, mamá, lo entiendo. Puedes parar ahora -dijo y suspiró aliviado cuando ella dejó de reprenderla. Ya tenía que lidiar con una pelirroja molesta, dos eran demasiados. No es que fuera a decirle eso a su madre o probablemente lo mataría.

" Bien. Ahora bien, veamos el verdadero motivo por el que te llamé".

"¿Quieres decir que no me llamaste solo para intentar hacerme una broma?" Naruto le preguntó con genuina confusión.

-¿Qué ? ¿No tengo permitido hacer una broma o dos de vez en cuando? -Kushina parecía ofendida por su suposición. Ella también podría divertirse-. De todos modos, llamé para contarte sobre una próxima cena a la que asistirás. Tu padre y yo no podremos ir porque tenemos otros asuntos que atender, pero no debería haber ningún problema en que vayas sola.