Escena no vista 2

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Mariel captura a Rosalyn

MARIEL

El carisma es un don no muy diferente a la persuasión, y es una cualidad con la que vine al mundo; la uso para poder vencer en la mayoría de mis objetivos, sin hablar de la satisfacción que me invade cada vez que estoy por delante de los demás.

Justo por esas y otras razones, utilizo la imponente magia de Cassius, mi esclavo fiel.

Ambos nos encontramos cubiertos por ilusiones para poder adentrarnos en el domo luego de burlar los escáneres. Cassido, en cambio, se rehusó a entrar con nosotros para capturar a la niña, decidió esperarnos en el exterior y luego acompañarnos a la Dimensión Negativa.

Cuando ambos nos topamos con el hogar de Nanciel, nos ocultamos tras los gruesos troncos para observar a las dos niñas jugando con otro pequeño niño entre risas sobre el césped.

Esbozo una sonrisa al vislumbrar a Rosalyn... tiene cinco años, la edad perfecta para comenzar con mi plan y la edad suficiente para que Zeva no note su momentánea ausencia.

Suelo ser cruel, pero jamás injusta.

Así será el proceso: luego de dormir a Rosalyn, aplicaremos un hechizo para separar el alma de su cuerpo antes de que yo entre en él, así no la asesinaré, digamos que será solo un préstamo.

El ritual de posesión es bastante simple: luego de separar el alma de la humana, se mezclará mi sangre junto a la de ella en agua salada, mis esclavos recitaran el conjuro de magia negra, y luego abriré mis ojos como Rosalyn. Regresaré al domo cuando caiga la noche.

Me entusiasma saber que mi plan inicia, justo como se lo prometí al Líder.

Suelto un suspiro cuando noto que Zeva se aleja junto al niño desconocido para tomar las riendas de su caballo a lo lejos.

Rosalyn baila con una sonrisa, tomando pequeñas flores que nacieron entre el césped.

Cassius utiliza su anillo para volvernos invisibles y acercarnos a la pequeña. La encontramos tumbada en el suelo, apreciando el cielo por detrás de la cúpula transparente con sus ojos verdes. Mi esclavo rodea su cabeza con magia, entumeciéndola para dormirla. Cassius la vuelve tan invisible como nosotros para luego cargarla entre sus brazos.

Atravesamos el bosque apresuradamente a pesar de que nadie puede vernos.

Abandonamos la invisibilidad cuando nos detenemos en el exterior para encontrar a Cassido; sus ojos grises caen con tristeza sobre la pequeña. Ignoro el dolor en su mirada con la decisión de enrumbarnos hacia la Dimensión Negativa.

El Arma de Oro © (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora