Shoton de Konoha

Capítulo 23: El regreso de la Muerte Roja

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"Puede alguien explicarme completamente la necesidad o el propósito de despertarme antes de que incluso el maldito sol se levante para de todas las cosas una reunión?" Tsume gruñó de irritación cansada mientras descansaba el codo en la mesa de asientos de la cabeza del clan con la mejilla en la palma de su mano.

La mayoría de los presentes compartieron el pensamiento, pero a diferencia de la cabeza del clan Inuzuka se mantuvieron callados. Había sido bastante repentino y de la nada, ya que ANBU había convocado solo a los principales líderes del clan y a los ancianos para una reunión improvisada ordenada por el Hokage. Si bien no se llamó una emergencia absoluta, el momento seguía siendo sospechoso.

Principalmente a Shikaku Nara, que actualmente estaba bebiendo una taza de café recién hecho junto a un bostezo Ch DAGOza Akimichi. "Ahora, ahora Tsume", dijo Inoichi diplomáticamente. "Hokage-sama no nos habría llamado aquí si no fuera por algo importante"

La mujer salvaje gruñó; "Está el pueblo bajo ataque, ¿no? Entonces, ¿por qué demonios no puedo volver a dormir?!"

"Uno te imaginaría a Inuzuka como madrugadores", la voz siempre recogida y casi monótona de Shibi Aburame entonada a su lado. "Qué con todo el ruido que tus perreras llenas de cachorros jóvenes hacen todos los días"

En lugar de ladrar una réplica enojada, la matriarca de Inuzuka solo lo mira con sorpresa; "Cuando llegaste aquí?"

"...He estado aquí todo este tiempo" Si uno pusiera más atención, captarían el ligero tono de molestia que ataba su voz.

"Estoy bastante seguro de que te habría escuchado o olido antes si lo fueras", los Inuzuka se enorgullecían de sus sentidos animales por una razón.

Shibi simplemente la miró detrás de sus sombras, y Tsume tuvo la sensación de que había puesto su pie en su boca una vez más. Algunas de las cabezas de los clanes pusieron los ojos en blanco ante las travesuras que eran demasiado comunes para sus gustos, especialmente a la cabeza del clan Hyuuga que simplemente se sentó con los brazos cruzados y los ojos cerrados, proyectando la imagen de un aristócrata frío y compuesto que había perfeccionado a lo largo de los años.

Fue solo cuando aparecieron los recién llegados que abrió los ojos y los saludó. "Ancianos honrados" Él cortésmente inclinó su cabeza, un gesto pronto seguido por los demás.

El rostro envejecido de los ancianos Homura y Koharu era un espectáculo familiar para los jefes de clan, ya que los asesores de Hokage estaban estrechamente involucrados en el negocio diario de la aldea y sus diversas operaciones. Aunque a veces difieren en ideología y métodos para su líder, su opinión fue muy valorada por el Hokage independientemente.

Fue el tercer anciano el que puso las cabezas de los clanes un poco al límite. La mitad de su rostro cubierto de vendas, un brazo escondido dentro de sus túnicas que a menudo llevan a la gente a creer que ya no era tan utilizable como lo era en el pasado debido a las lesiones sufridas durante toda una vida de servicio, caminó apoyando su izquierda libre en un bastón. Su ojo visible llevaba un borde endurecido que parecía perforar casi cualquier cosa. No se podía culpar a uno de comparar su rostro con el de un viejo halcón de guerra todavía al acecho, incluso después de muchos años de batalla.

Danzo Shimura era a menudo una vista rara en las reuniones con los clanes. El clan Shimura estaba bajo el liderazgo de su hijo (a quien los rumores decían que no estaba hablando con su padre) habiendo pasado desde hace mucho tiempo el papel de operar detrás de escena con algunas de las actividades más cuestionables de la aldea. Y viniendo de ninjas que hablaban mucho de lo que hacía el viejo halcón de guerra. No es que ellos mismos fueran muy conscientes de las actividades que Danzo realizó en servicio a la aldea. El anciano rara vez participaba en reuniones de la aldea.