Shoton de Konoha

Capítulo 27: Una serie de eventos altamente aleatorios de Uzumaki

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Algunos dirían que era demasiado pronto para comenzar a beber, bueno, Jiraiya era un autoproclamado Super Pervertido que abiertamente se perdía por las mujeres bonitas. Era obvio en este punto que no le importaba lo que la gente pensara de él. Después de dedicar gran parte de sus esfuerzos a encontrar a su ex mejor amigo convertido en némesis sin absolutamente nada que mostrar, pensó en comenzar el día con una manera de hacerlo soportable.

Oh alcohol, la fuente y la solución a todos los problemas de la vida.

Inclinó el plato de sake mientras bebía las últimas gotas, dejándolo con un fuerte suspiro. Los rayos del sol descendieron sobre su rostro en patrones rectangulares a través del techo de la terraza. Ociosamente agarró la jarra a su lado en la silla grande en la que estaba sentado; sacudiéndola ligeramente para sentir cuánto sake quedaba.

Bien, mucho para desperdiciar.

No es suficiente para ahogar sus frustraciones tristemente.

Dejó la jarra con un gruñido. Independientemente de lo que otros pensaran, Jiraiya estaba convencido de que Orochimaru todavía estaba en algún lugar del pueblo, podía sentirlo, pero esa serpiente de su antiguo compañero de equipo era demasiado resbaladiza. Sabía que el pueblo por dentro y por fuera, tratar de encontrarlo sería como encontrar una aguja en un pajar.

Tenía ANBU patrullando a través de cada alcantarilla y rincón oscuro que podía encontrar, los rastreadores de Inuzuka y Aburame literalmente tenían sus insectos espiando a través de las grietas en los edificios. Sin embargo, nada de Orochimaru aún no había aparecido de nuevo. Lo único que Jiraiya podía hacer en este momento era esperar y prepararse.

¿Qué clase de espía era si no podía encontrar un intruso en su maldita aldea?

Volvió a llenar la taza con enojo y la bebió rápidamente, dejando escapar un jadeo mientras le quemaba la garganta.

"Ahogar tus penas?" La voz de una mujer habló.

Mirando hacia la terraza, Jiraiya descubrió que una gran belleza de una mujer estaba frente a él. Piel como la porcelana, tenía el pelo blanco con un tinte azul que enmarcaba los lados de su cara y cubría una parte de su frente, mientras que el resto se levantó en una larga cola de caballo. Su rostro en forma de corazón era encantador, sin ninguna mancha, y sus ojos eran de un rojo exótico. El top de kimono blanco que llevaba tenía un obi rojo y negro que acentuaba su generoso busto. Y esos pantalones de hakama azul oscuro de ella dejaron una buena parte de los muslos visibles.

En cualquier otra ocasión, Jiraiya estaría sobre ella y lo más probable es que la abofeteen en este mismo momento. Pero en este momento estaba tomando unas copas y demasiado enojado para considerarlo.

"Ahogando mi frustración más como eso", se quejó, dando al extraño otra mirada. "No nos hemos conocido, señorita...?" Él lo impulsó.

"Tomoe" Se presentó con una sonrisa educada y un arco corto. "Tomoe Gozen"

"Agradable conocerte", Asintió, "Jiraiya del Sannin. No hay apellido del que hablar", vertió más sake en el plato. "Cuidado de unirme a mí?"

"Um" Parecía muy nerviosa de repente; "Pasaré" tartamudeó. Extraño. Tomoe luego se aclaró la garganta, "He oído mucho sobre ti"

"Todo cierto, te lo aseguro", Jiraiya se jactó antes de detenerse, "A menos que se tratara de las cosas malas, en ese caso, todas las mentiras"

La mujer de ojos rojos se rió, "Gamamaru tenía razón, pareces ser todo un personaje"

El Sapo Sabio se detuvo justo cuando traía el sake a sus labios; le dio a la mujer una mirada crítica mientras lo dejaba. "Gamamaru... No puedes referirte a un sapo grande y viejo, ¿verdad?"