Shoton de Konoha

Capítulo 74: Un momento antes

Descargo de responsabilidad: No somos dueños de Naruto

Co-Autor y Beta: Etéreo-23

Capítulo 74: Un momento antes

XxX ~ xx ~ XxX ~ xx ~ XxX ~ xx ~ XxX

El agua caliente y relajante de la ducha era como el paraíso sobre la forma desnuda de Kushina. Claro, se bañó en el Valle después de la misión de rescate, pero no había nada como una buena ducha cuando regresaba a casa. Gracias a la diosa del sol por Maiyuri, quien les permitió otro día completo de descanso después de los eventos en la Tierra de Fang. Lo primero en lo que Kushina insistió fue en regresar a casa para descansar, lo que Yugao y los niños estaban felices de aceptar.

Salva a Kosuke, que regresó al complejo Uzu en el Valle con Soujiro. El joven espadachín expresó que sería devuelto a la Hoja para comenzar su misión para el Shogun al día siguiente.

Con una rápida convocatoria inversa, Kushina y sus hijos, junto a Yugao, Homura, Sasuke y Sakura, aparecieron felizmente en el Leaf. Hasta estar solicitado para hablar con el Hokage por la ANBU.

Kushina hizo una mueca bajo el agua, reflexionando sobre el azote verbal de la lengua de su madre y casi arrojándoles su escritorio. Jiraiya solo yacía en uno de los sofás de la oficina con una bolsa de hielo en la cara, sin ocultar el ojo magullado cortesía de la princesa Senju.

Mientras que como Dainin y no bajo el mando de Tsunade. Esta era más una madre muy preocupada que arremetía por casi asustarla sin sentido que un líder de la aldea enojado con sus subordinados.

Aunque Yugao y Homura no tuvieron tanta suerte, gracias a los dioses todo lo que obtuvieron fue una bofetada en la muñeca y se les ordenó que nunca volvieran a hacer un truco como ese.

Y a pesar de todo eso, Kushina podía decir que su madre se sintió aliviada al saber que ahora Kaida, que se creía muerta, fue encontrada viva y libre por fin.

Pero las aterradoras revelaciones del rescate de Kaida dejaron al nuevo Kage con una profunda sensación de temor. El gran dragón de la destrucción y su hija estaban vivos y en control del Culto. Las fuerzas que tienen a su mando son poderosas y más peligrosas que cualquier cosa que hayan enfrentado.

Probabilidades empinadas. Pero no inmejorable.

La pelirroja se congeló por un momento cuando su mente se desvió a la lucha de esa mujer... Esa maldita mujer...

Katsura sonrió en su retorcida mirada de adoración y violencia.

Kushina sacudió la cabeza. Ahora no era el momento de pensar en ese loco Ichimonji. Debería terminar su ducha y acostarse.

¡Prioridad uno!

XxX ~ xx ~ XxX

Kushina deadpanned, mirando al techo mientras yacía en su cama, usando una simple yukata.

Ella había estado lanzando y girando toda la noche. Su mente se negó a permanecer inactiva lo suficiente como para dormir un guiño, independientemente de lo cansada que estuviera. '¿Por qué hago sellos para dormir si no los uso?' ella se quejó.

Tantas cosas habían estado sucediendo en tan poco tiempo, sintiendo que su mundo había cambiado repetidamente. Eso ni siquiera estaba entrando en su pequeño 'viaje en el tiempo' debido a su estadía en el pergamino del Sueño Divino. Su clan, su familia, su posición como shinobi, tantas cosas habían cambiado tan rápido y iban a seguir cambiando.

Kushina sintió que finalmente la estaba golpeando, lo que la llevó a echar un largo vistazo a su vida. Su carrera como shinobi, el maldito apodo que hizo para sí misma en un camino de venganza. Su papel como madre soltera de un (dos ahora) niño que no pudo criar. Su nueva posición como agente personal del shogun que se embarcó en un viaje para arreglar estas tierras rotas. Y a lo largo de todo, viendo cómo sus hijos crecían mucho mejor que nunca.