In The Dark °•[Nico di Angelo]•°

Capítulo 8.

┌──────── ∘°✧°∘ ────────┐
Iglú.
└──────── °∘✧∘° ────────┘

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Nico di Angelo Pov.

Hay una figura cubierta por un largo velo negro hecho de encaje, escucho un tenue sollozo y como los hombros de la persona oculta tras aquel velo se estremece. Unas manos de piel dorada toma los extremos del mismo y lo alza con delicadeza, los ojos bicolores de la hija de Nix están cristalizados por las lágrimas, el azul cielo parece nublado y el otro parecía una noche sin luna.

Encuentro solemnidad y resignación en sus rasgos femeninos. Lágrimas se deslizan de sus mejillas que retira con el dorso de su mano rápidamente.

Mi pecho se apretó dolorosamente.

Morrigan estaba vestida de novia. No el vestido blanco lleno de flores rosas bordadas que utilizo en nuestra boda, con su corona de flores silvestres y su falda al estilo princesa que cubría sus zapatos blancos bajos. En ese entonces era tan solo una niñita asustada.

Llevaba puesto un vestido estaba hecho de la noche misma, con un profundo escote. Había estrellas que brillaban como si la misma diosa de la oscuridad las hubieras bajado para ponerlas en el vestido de su hija.

Quise preguntar que estaba pasando, pero mi garganta estaba sellada.

Hera colocó una cinta llena de flores alrededor de sus hombros y extendió la otra parte para unirla con alguien más. No podía ver su cara, pero por su aura pude saber que era un dios.

— Deben recitar una promesa, para unir sus almas en matrimonio.— Dice la diosa Hera, reina de los dioses.

Morrigan apretó la mandíbula y tiró de forma instintiva de las cadenas que cubrían sus muñecas. Cabizbaja.

Hera envuelve su mano en la muñeca de la hija de Nix, tira de su brazo y la mira con ojos asesinos. Amenazante.

— Ser una esposa piadosa, sumisa y complaciente.— Declara con frialdad— Ahora, dilo.— Sentencia la diosa.

— Prometo… Ser— Morrigan muerde el interior de sus mejillas.— Ser una esposa piadosa y complaciente.

La confusión y furia chocan dentro de mí como un tornado, trato de gritar y siento algo dentro de mí rascando las paredes. Trato de gritar, pero observo en un silencio agonizante y doloroso como obligan a mi esposa a casarse.

Casarse con alguien más.

Abro mis ojos de golpe y mi cuerpo se levanta de la cama por instinto.