Mackenna se acercó a su novio con lentitud y deslizando su lengua lentamente por la esquina de su boca, de manera sexy y muy provocativa, le susurró al oído las mismas palabras que le había realizado en secreto en el hospital.
- Jejeje... dije: Me excitas cuando eres malvado, siento ganas de ser follada con esa rudeza que demuestras al proteger a los tuyos
- ... Me lo estás pidiendo?
- Te lo estoy suplicando
- Jejeje
Después de recibir el permiso de su novia, Erick le arrancó la blusa de un tirón y de inmediato le quitó el sostén, los pequeños y redondos senos de la joven rebotaron con la fuerza con que le arrancó la ropa, el chico sonrió con malicia y tomando las suaves colinas de la chica las apretó con un poco de rudeza y las llevó a su boca, lamiendo y succionando sus botones rosa.
Mackenna suspiró profundamente al sentir la humedad de la boca de Erick en sus pechos y con manos hábiles le sacó la camisa y soltó el botón de sus vaqueros, haciéndolo estremecer al introducir su mano dentro de su bóxer y acariciar su miembro, que estaba erecto desde que ella le susurró en el hospital.
Erick moría de amor y deseo por su pequeña sombra, sus encuentros esporádicos no le eran suficiente, siempre quería que ella se quedara con él, pero ella siempre escapaba cuando él dormía para no verlo con carita de perrito bebé, suplicándole que se quedara más tiempo.
Mackenna por su parte, lo adoraba, Erick era guapísimo, sexy y con una resistencia increíble para el sexo. Era tierno la mayor parte del tiempo, pero también sabía cómo ser salvaje y hacerla alucinar de placer y esto ocurría normalmente cuando ella le hablaba sucio o él se ponía celoso.
El chico no veía la hora de casarse con ella y llevársela a vivir a la casa que habían comprado y estaban remodelando para ellos, pero sus planes tendrían que esperar un poco más, pues Ela y Dominic habían pospuesto su boda debido a la situación con Dereck. Y Ela y Mackenna habían prometido ser la dama de honor la una de la otra, así es que tocaba esperar que Ela y Dominic se casaran y se fueran y regresaran de luna de miel, para que luego fuera el turno de ellos de casarse.
Mackenna terminó boca abajo sobre el elegante desayunador, completamente desnuda mientras Erick la embestía por detrás y la hacia gemir de placer, mientras el se perdía en la lujuria y el deseo que la joven mujer despertaba en él. Así pasaban sus noches de fin de semana y una que otra vez por semana, en espera del día en que pudieran quedarse juntos para siempre e iniciar por fin su propia familia.
Casi a la media noche, Erick la llevó de vuelta a su casa y como siempre el padre y el abuelo de Mackenna lo miraban con cara de pocos amigos, aunque solo era por molestar, pues ellos realmente adoraban al chico y él los amaba a ellos.
Y del otro lado de la ciudad, un Hamed irracional, destrozaba por completo lo poco que quedaba de su habitación bajo la mirada aterrada de su madre que no sabía cómo controlarlo para que su padre no se enterara de sus enfermizos sentimientos por su media hermana.
- Hamed, basta hijo, trata de calmarte
- Calmarme, como quieres que me calme, madre! Elena huyó de mi y se llevó a Habiba con ella y alguien en esta casa las ayudó
- Qué estás diciendo hijo? Quién podría atreverse a algo así?
- ... Es verdad, nadie en esta casa se atrevería a hacer algo así
- ...
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Elena Fayed, la viuda virgen
RomanceCuenta la historia de dolor y sufrimiento de una hermosa joven, que perdió a su madre, quien murió dando a luz a su pequeña hermana y fue olvidada por su padre, que se enfrasco en un amor del pasado. Elena vivió un infierno al lado de su nueva famil...