Cuenta la historia de dolor y sufrimiento de una hermosa joven, que perdió a su madre, quien murió dando a luz a su pequeña hermana y fue olvidada por su padre, que se enfrasco en un amor del pasado. Elena vivió un infierno al lado de su nueva famil...
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Con su mano izquierda levantada, y quitándose la muñequera de encaje rosa, a tono con el vestido que usaba en ese momento, Elena le mostró la cicatriz en ella, y con una voz que no parecía la de ella, le habló.
- Padezco un trastorno mental
- ...!
- Sufro de depresión con tendencia suicida
- ...!?
Los ojos de Darien se agrandaron al ver la cicatriz en la hermosa y delgada muñeca de la joven y sin que ella lo esperara, le cogió la mano y besó el área de la cicatriz, sorprendiéndola por completo. Elena retiró su mano de inmediato y continuó hablando.
- Tomo un medicamento para no sentir esos impulsos, pero en cambio me hace sentir eufórica por momentos o a veces me hace querer llorar sin razón
- ...
- Esa noche, estaba afectada por ambos sentimientos y terminé cometiendo una estupidez
- ...?
- Lamento haberlo involucrado en algo tan inmoral
- ...
- Pero si cree que me gustó o que significó algo para mí, le diré que sí me gustó, pero no significó nada, así que deje de perder su tiempo conmigo y use ese tiempo para encontrar a la siguiente chica
Durante la conversación Elena se había alejado lentamente y cuando la sorpresa por las palabras de la joven lo dejaron en un limbo, ella aprovechó para huir del él y correr a su habitación y encerrarse a esperar su fin.
Darien no podía creer aquellas palabras, Elena no parecía eufórica aquella noche, al contrario, se notaba temerosa pero decidida y sobre todo excitada, pero al ver que ella ya había escapado de él, no le quedó más remedio que retirarse, pero solo por el momento, pues estaba decidido a conquistar el corazón de Elena, sin importar lo que tuviera que hacer. Lo que él no sabía era que el corazón de Elena ya era suyo, desde hacía más de dos años.
Elena estaba aterrada, en cualquier momento Hamed entraría por la puerta de su habitación y todo acabaría para ella, pero esta vez no estaba dispuesta a esperar a que la desgracia la arrastrara, al menos no sin pelear, en su vientre crecía un bebé al que ella amaba y anhelaba proteger y en la cama junto a la suya, dormía plácida y felizmente, el tesoro más grande que su madre le dejó y por ellos dos, estaba dispuesta a luchar hasta el final.
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