Makings of an Overlord

Los Muertos, Los Vivos y Los Demas - Parte 4

Capitulo 10: Parte 4

La cena con Enri y Nemu fue bastante agradable. Todos estaban en la oficina de Momonga, en una mesa que había reemplazado la mesa de café y los sofás. Con Albedo y Shalltear a cada lado, las gemelas elfas más abajo y finalmente los invitados, Momonga podía decir que se estaba divirtiendo. Era una lástima que Sebas y las Pléyades presentes insistieran en desempeñar sus papeles a la perfección, pero eso no se podía evitar.

Allí estaban, disfrutando de una pizza ,la cara de Enri y Nemu al descubrir semejante comida no tenía precio, y hablando de esta o aquella historia sobre los Trece Héroes. De repente, Sebas se animó al recibir un [Mensaje], y luego fue a informar a Momonga. Siempre el sirviente respetuoso y formal, susurró lo que le habían informado solo para no interrumpir bruscamente la comida.

"Mi señor, el actor de Pandora me ha informado que E-Rantel está siendo atacado por un ejército de no muertos", informó Sebas.

Momonga abrió mucho los ojos y casi se atragantó con un trozo de salami. Sebas se quedó mirando preocupado hasta que el ataque de tos terminó, con una expresión de horror grabada en su rostro.

"¿No muertos?", dijo con voz ronca y con los ojos llorosos por la tos.

"Sí, al parecer es un ejército de esqueletos y zombis", dijo Sebas. "Pandora's Actor informa que se originó en el cementerio comunal y se ha escapado. En este momento, están abrumando a la guarnición de E-Rantel y avanzando hacia las puertas de los distritos centrales de la ciudad".

Una ola de frustración y desesperación prometió abrumarlo. Extendió la mano hacia el bastón flotante de Ainz Ooal Gown, solo para detenerse. Rápidamente se limpió las manos con una servilleta y luego invocó el objeto. Sintió una ola de gratitud del bastón mientras se dirigía hacia su escritorio.

"¿Pasa algo, mi amor?" preguntó Albedo.

"Problemas, como siempre", gruñó Momonga.

¿Por qué no puedo tener una comida divertida sin que algo la arruine?, pensó enojado.

Sin embargo, su estado de ánimo mejoró cuando se dio cuenta de la gravedad de la situación. Una ciudad entera estaba siendo arrasada por los no muertos. Con un movimiento de su mano, se activó el [Espejo de visión remota]. Momonga se sentó y se volvió hacia las personas que lo miraban.

En algún momento, Momonga podría haber comenzado a entrar en pánico. Sin embargo, en ese momento, descubrió que ni siquiera necesitaba pensar. Ya sabía lo que tenía que decir.

—Sebas, informa a Cocytus y Demiurge. Quiero que los mirmidones estén listos para desplegarse si es necesario y que todos los lugares valiosos fuera de la tumba estén bajo vigilancia. Shalltear, prepara a tus vampiros para una gran cacería —ordenó Momonga —. Narberal, dile a Pandora que vea si puede de alguna manera hacer que se desactiven las barreras antiadivinación de E-Rantel... Ah, y que se quede quieto y fuera de problemas.

Se volvió hacia las Emmots, que parecían preocupadas.

—Lo siento, Enri, Nemu, pero ha surgido algo importante —dijo finalmente—. Algo urgente. Tendremos que acortar la cena. Yuri os acompañará a vuestra habitación.

"Ehm... ¿Hay algo en lo que pueda ayudar de alguna manera?", preguntó Enri tentativamente.

Momonga realmente no quería que Enri estuviera en un lugar donde pudiera ser una masacre, especialmente no en la misma habitación que Demiurge. Sin embargo, alguien más pensó lo contrario.

—Mi señor —dijo Albedo en el idioma del Nuevo Mundo—. Tal vez debería quedarse. Esto podría ser una experiencia de aprendizaje para ella.

"Es demasiado joven", dijo Momonga en japonés, sin querer permitir que Enri se involucrara en la conversación.