DESCUBRIENDO EL AMOR (EL REY DE PRUSIA Y LADY EXCELSA) || INADECUADOS II

VI| PLEITESIA

Hola mis amores.

Aquí lenta, pero segura. 

Si ven algún tipo de error o algo incoherente,  me lo hacen saber por fa, es que wattpad está como loco.

No siendo más, espero sus reacciones.

Pronto se vienen sorpresas.

Les ama.

Jen <3

----

FEDERICO

«—Por mi culpa murió Edward. Yo lo maté»

...

No sabía porque aquellas palabras lo perseguían hasta en sus sueños.

Desde que la escuchó pronunciarlas algo en sus entrañas simplemente no le dejaba asimilarlas del todo, y no es que tuviese moral intachable.

O siquiera moral.

Lo que pasaba era algo más profundo que no terminaba de encajar.

Su esposa era apenas una niña cuando su hermano mayor murió.

No tenía lógica viniendo de la familia Spinster, porque conocía chiquillos más sádicos que los mismos adultos, y un ejemplo de aquello era Hans Keppel, el hermano menor del Conde de Albemarle, que nadie supo de su existencia hasta hace más bien poco, y la aprovechó para que su gen maligno se diese a conocer. No obstante, si lo comparaba con Kirstin, pese al pozo sin fondo que le parecían sus ojos, ella no daba indicios de tener los mismos instintos de aquel.

¿Entonces porque habia dicho que lo mató?

¿En qué sentido?

Preguntárselo no le parecía una opción, porque podia obtener una mentira por su parte ante la presión, o un silencio rotundo consiguiendo que reforzase sus barreras, y ya habían avanzado un buen tramo como para regresar el terreno transitado, que era poco pero contundente, y valía más que simplemente sentir solo desconfianza hacia ella.

Porque no le daba seguridad ni siquiera en la manera en cómo respiraba.

Eso no era un secreto para nadie.

Por algo es que la castaña intentaba de manera sutil, sin ser atosigante, ganarse su puesto en ese lugar, y por ende, con el tiempo por lo menos el beneficio de la duda por su parte.

Sin embargo, dormir con ella, poseerla cada noche, y tratarla habia hecho que de alguna forma la conociera, y respetara lo suficiente para esperar más de ella en vez de tomar sus palabras cómo literales.

Aunque, eso tampoco significaba que se quedase como un petardo esperando, cuando averiguar para ir allanando el terreno no era traición o pecado.

Después de todo, necesitaba saber con qué tipo de depredador compartía su vida, para hallar la forma de como extinguirla si llegaban a esos extremos.

Esperando lo mismo de la castaña, porque era una mujer inteligente a la par de recursiva según sus especulaciones y anhelos.

Por eso mismo la habia elegido, aunque la vida que llevaba antes de que le ayudase con el inconveniente, no es que hablase muy bien de ella cuando el masoquismo iba de la mano con el conformismo.

O eso aparentaba, porque tenía facha de todo, menos de una mártir.

Salió de sus pensamientos tras el carraspeo de Andreas, que se hallaba parado frente a él esperando a que recibiera su pedido, y al parecer se estaba demorando por la mirada de hastío que le lanzaba.