ARMA DE DOBLE FILO
FEDERICO
(Königsberg – Prusia)
Palacio de Sanssouci.
Octubre de 1811...
El evento pudo ser mejor que eso.
Era el matrimonio mas esperado de la década por no pecar de engreído. Que de eso tenía mucho.
Debió ser un suceso del dominio público.
Con un desfile protocolario presentando la que se convertiría en la Reina de Prusia, no obstante, él no se regía a lo que sería lo indicado, pese a que se debía a su país y lo primordial era su pueblo, sin embargo, Federico Antonio era egoísta por naturaleza, voluntarioso, y solo se movía por su criterio, y aquello para su persona era lo más acertado.
Después de todo, no solo estaba pensando en él, si no en su futura esposa y primo, y el dolor que estaba consumiendo a este al tener que asistir al matrimonio de la mujer, que, aunque desee y ame nunca podrá ser para él.
Nunca.
Estaba pensando en el prójimo, y por eso, no permitirá que su mano derecha y consejero real, se viese destruido en frente del todo el país, cuando la humillación podia ser menos publica y más determinante.
Lo último no sonando para nada considerado, pero no pretendía serlo cuando sentía una satisfacción profunda por verlo devastado, cuando la noche anterior intentó ponerlo en ridículo proponiéndole a la castaña que dejara la ridiculez de lado, y lo aceptase como no lo hizo en el pasado.
Era un hijo de puta que no veía más allá de sus narices, pese a que tuvo todo para poder hacerse a su porte y lo desaprovechó.
Demostrando que no se la merecía, teniendo que conformarse con una miserable copia que no le llegaba ni a los talones.
Salió de sus pensamientos cuando la marcha nupcial anunció la llegada de la novia.
Abriendo las grandes puertas de la capilla del palacio de Sanssouci, consiguiendo que cuadrase los hombros mientras respiraba de manera profunda, tratando de contener el temblor que intempestivamente notó en sus manos.
Se relamió los labios, mientras apreciaba como la dama que estaba yendo a su encuentro caminaba a paso lento y contundente, permitiendo que se apreciase su inmaculado vestido color blanco con bordados de oro que descendía varios metros por el suelo acaparando la alfombra roja que guiaba el recorrido, el cual tuvo que ser sujeto por las pequeñas hijas de las doncellas del castillo siendo debidamente adecuadas para el momento.
La prenda la hacía destacar su figura esbelta a la par de curvilínea, sin poder ver su rostro, porque el velo les obstaculizaba la visión a los asistentes, y a el mismo, sin embargo, podia percibir como sus ojos se conectaban.
Como sus orbes no podían dejar de analizarse a la defensiva, entendiendo a la perfección que no eran precisamente un par de enamorados, si no una especie de enemigos que estaban firmando una tregua por un bien en común.
Él, porque la necesitaba para reinar, y ella porque su poder le daba algo que requería, y aún tenía que descubrir, ya que era tan malditamente astuta que no habia podido enterarse de los motivos de su actitud.
Del porque hacia todo aquello con una sonrisa en los labios, y un brillo de placer en sus inigualables ojos de muñeca, cuando debería estar devastada por haber perdido la oportunidad de estarse uniendo al dueño de su corazón, que yacía en la sala, más específico, en la primera fila de sillas siendo contenido por sus camaradas.
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DESCUBRIENDO EL AMOR (EL REY DE PRUSIA Y LADY EXCELSA) || INADECUADOS II
Fiksi SejarahPrusia tiene un nuevo Rey coronado, Y su pueblo exige una prueba contundente para volver a creer en su apellido tras los sucesos que llevaron a Lord Federico Antonio Von Brandt al poder. Piden una reina y descendencia que avale el compromiso. No obs...