DESCUBRIENDO EL AMOR (EL REY DE PRUSIA Y LADY EXCELSA) || INADECUADOS II

I| ARGUMENTOS

HOLA MIS AMORES.

Este es el primer capitulo de esta nueva aventura.

Espero saber sus opiniones, si les gusta, porque desde ya digo que va a ser fuerte.

Que estos reyes darán mucho que pensar y pueden llegarse a obsesionar.

Sin mas por decir espero sus reacciones, recuerden que los votos y sus comentarios me ayudan un montón y motivan a seguir.

Sin mas que añadir.

Les ama.

Jen<3 

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FEDERICO

Debería estar en la habitación con su esposa.

Convertirla al completo en su mujer, pero como en los anteriores noches posteriores al matrimonio, solo se dispuso a dormir en la habitación tras llegar bien entrada la noche, no precisamente porque le estuviese huyendo aunque parecía, más bien, se apreciaba agobiado, con un dolor de cabeza que amenazaba con partirle en dos el cerebro, puesto que su frustración se juntaba con la reunión que se estaba llevando a cabo en esos momentos, y la que precisamente a propósito dejó que se realizase cuando nada pudiese retroceder lo que tenía en mente.

No obstante, los consejeros que habia conservado después de haber sido coronado no es que le estuviesen dando motivos valederos para cambiar de opinión, cuando lo que les apetecía era exigir, sin contar con que no era su padre, y tenia asuntos mas importantes que resolver, como el pequeño cambio al estilo de coronación de la reina consorte.

Era una nimiedad, tenido en cuenta, que Francia se habia apoderado de parte de Prusia en el mandato de su "Padre", porque ese hombre ni por asomo lo pudo haber engendrado, agradeciendo que su abuelo hiciese algo para que no saliese tan echado a perder como el primero de sus hijos, aunque su madre también tuvo mucho que ver ante la iniciativa de abrirle las piernas a su suegro, puesto que, su marido por el camino que iba engendraría prospectos de imbéciles tibios que el titulo de Rey les quedaría pequeño, aunque tuvo que reconocerle que por mucho tiempo quiso ser como el, antes de enterarse de lo rastrero que podia llegar a ser.

Y no lo decía por sus altos valores, que de esos se enorgullecía en decir que tenía más bien pocos, si no que hasta para ser una rata se debía de tener cierto tipo de clase a la hora de revolcarse en los basureros.

Se pasó el dedo pulgar e índice por los ojos, mientras volvía a escuchar la sarta de improperios del hombre que tenia en frente, el cual portaba la edad del difunto rey y un par de cojones que el otro no poseía para encararlo, seguramente pensando en el proceso como deshacerse de él.

—Le repito que es inadmisible que no nos haga participes de un cambio tan trascendental como lo es la coronación de la Reina consorte, sin tener en cuenta que es inglesa y ante el poder que aún tiene Bonaparte sobre nosotros, tenemos que andar con pies de plomo si no queremos que termine de exterminarnos en la frontera, y de paso que Alemania aproveche el asalto para... —levantó la mano, cuando advirtió que seguiría por ese camino, y no estaba para dramas de aristócratas ofendidos.

—Si mal no recuerdo, el difunto Rey fue el que permitió que el país fuese tomado por los franceses comandados por un enano con ínfulas de emperador, mientras yo estaba postrado en una cama siendo pasado por muerto, asi que exijo que no se me juzgue por actos de terceros, y se me respete como el soberano, porque por más experiencia que tenga, Lord Káiser, aquí el que comanda el país soy yo —el hombre de mirada pequeña verdosa suspicaz se puso colorado obligándose a bajar la cabeza como señal de disculpa por su impertinencia, mientras lo observaba de manera vacía desde un trono que estaba elevado y destacando en el gran salón.