Maratón 1/3
La sala estaba tranquila esa tarde. Charlie estaba en el sillón revisando algunos guiones mientras Maddie daba vueltas a su alrededor. Había algo en su energía, un nerviosismo casi palpable que llamó la atención de Charlie.
—¿Qué ocurre, Maddie? —preguntó, levantando la mirada de las páginas—. Estás inquieta.
Maddie se detuvo y se cruzó de brazos, mordiéndose el labio inferior. Parecía debatirse internamente sobre si decir algo o no.
—Es que... tengo un partido mañana, y es importante —comenzó, evitando mirar a Charlie directamente—. Es la final para los playoffs, y sería genial que estuvieras ahí.
Charlie dejó el guion sobre la mesa y sonrió, intrigada.
—¿Quieres que vaya a verte jugar? —preguntó, con una chispa de sorpresa en su voz.
Maddie asintió rápidamente, tratando de parecer casual, aunque sus mejillas adquirieron un leve rubor.
—Bueno, sí. Sería... bueno tenerte ahí. Ya sabes, por apoyo moral y todo eso.
Charlie arqueó una ceja, divertida.
—¿Apoyo moral? ¿No tienes ya a toda la escuela animándote? —bromeó, aunque había algo cálido en su mirada.
Maddie se encogió de hombros y desvió la mirada.
—Sí, pero no es lo mismo... —murmuró, casi en un susurro.
La sonrisa de Charlie se suavizó, comprendiendo lo importante que era para Maddie que estuviera presente.
—Haré todo lo posible por ir —prometió—. Pero tengo que terminar de grabar un montón de escenas mañana. Si logro salir a tiempo, estaré ahí. Lo juro.
Maddie la miró con esperanza, aunque trató de no parecer demasiado emocionada.
Charlie despertó temprano la mañana siguiente, agotada. Había pasado la noche anterior repasando líneas y filmando escenas hasta la madrugada, pero eso no importaba. Había hecho una promesa, y cumplirla era lo único que tenía en mente. Mientras desayunaba rápidamente, revisó su horario: un día completo en el set de Voltaje, con apenas un par de descansos entre tomas. Era casi imposible llegar al partido de Maddie, pero estaba decidida a intentarlo.
Mientras se ataba las botas para la primera escena, no pudo evitar pensar en la expresión de Maddie cuando le pidió que fuera al partido. Había algo en su tono, una vulnerabilidad que Maddie rara vez mostraba, y que Charlie no podía ignorar.
—¡Charlie, vamos! —gritó el asistente de dirección desde el set.
—Ya voy —respondió, sacudiéndose los pensamientos.
El día comenzó con escenas de acción intensas. Corría, saltaba y repetía tomas una y otra vez. El tiempo pasaba más rápido de lo que esperaba, y cada vez que miraba el reloj, su ansiedad aumentaba.
2:00 p.m.
El partido comenzaba en menos de dos horas. Charlie todavía estaba en el set, terminando una escena crucial.
—¿Podemos intentarlo de nuevo? —preguntó Gemma—. Necesitamos más intensidad.
Charlie apretó los dientes, sabiendo que no podía mostrar su frustración.
—Claro, lo haré mejor esta vez —respondió, obligándose a mantener la calma.
Concentró toda su energía en terminar la escena a la perfección, y finalmente, después de una hora más de trabajo, el director le dio luz verde para irse.
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I WANNA BE YOURS -MADDIE ROONEY-
FanficCharlie viaja a Wisconsin solo por un propósito: volver a ver a su mejor amiga, Liv Rooney. Después de meses sin verse, Charlie le dará una increíble sorpresa a la rubia. Pero al llegar, la actitud y competitividad de la gemela, Maddie, llamará la a...