Esta era una de esas veces en que la realidad parece tan lejana, el cuerpo no responde y pequeños, casi imperceptibles ríos corren por los ojos inconcientemente.
Nueva York, Estados unidos, 3:07 a.m
Recibiste un mensaje, después de semanas.
-"Mamá murio"- Apenas un susurro que se perdió entre las paredes y la oscuridad de la habitación, el tono era tranquilo al principio, seguías repitiendo la misma frase en susurros, habías empezado a lagrimear y pronto los ruidos despertaron al chico a tu lado en la cama.
- Largo de aquí - Dijiste firme y claro.
-¿Qué?- El pobre chico se veía somnoliento y confundido pero no estabas pensando con claridad.
- Dije que largo, fuera, se acabó- Tu propia voz, o más bien el tono con el que salió te lastimaba, el chico con el que habías pasado la noche se cambió rápidamente y luego del gran estruendo consecuencia del portazo, el departamento quedó en silencio nuevamente, aunque fue un corto tiempo, tus sollozos lastimeros interrumpieron esa quietud.
"Incluso te atreves a morirte y dejarme sola, solo que ahora no me dejas en una gran ciudad, me has dejado sola en el mundo".
Cuando los temblores provocados por el llanto cesaron, tomaste tu laptop, tenías que comprar los tickets para el vuelo más próximo a Dresden, Alemania, la ciudad natal de tu madre.
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-No había venido aquí desde los 9 años- dijiste con un alemán algo oxidado mirando los edificios al paso del auto.
-Disculpe señorita, ¿Dijo usted algo?- El hombre mayor que conducía el taxi pregunto sacandote de tus pensamientos mientras mirabas por la ventana.
-Solo hablaba conmigo misma, ¿Ya estamos cerca?-
- Así es, justo al doblar la esquina está la dirección que usted me dio-.
- Pero esto es...
Pagaste al conductor y a paso dudoso te dirigiste a aquel lugar, un hermoso edificio de tres pisos y el ancho de toda una calle.
-Sabia que la mujer tenía dinero pero esto es demasiado- Hablaste para ti misma a la vez que te acercaste a la puerta principal, una gran puerta de antigua pero resistente madera, tomaste uno de los mangos y golpeaste con el mismo esperando que alguien abriera.
