Parte IV: ¿LIBERTAD? PUTA MADRE, ¡¿QUÉ ES ESO?!

2 1 1
                                    

Se escabulló por una entrada especial por la cual llegó hasta una especie de estrado en el que estaba Barras pronunciando un discurso. Enfrente, estaba la negrada. Todos hablaban, gritaban, rugían y hasta aullaban. La mayoría estaba peleándose entre sí, así que para llamar la atención Barras empezó a vomitar. Varios terminaron pulverizados. Naturalmente, un gran pozo se abrió en el suelo, en el cual más de uno cayó. Napoleone permaneció ahí parado sin adentrarse al estrado junto a Barras y sin que este se percatase de su presencia; el general corso no deseaba interrumpirlo, aunque también se hallaba desconcertado. Estaba entusiasmado por haber sido convocado a esa reunión, pero al mismo tiempo no entendía su lugar en la misma. Así que por las dudas se quedó ahí, comiendo un mapa mientras observaba a la gente y a los no pocos cuerpos que había tirados en el piso, los cuales no se sabía si eran inertes o no. Así era más o menos la Convención termidoriana.

- ¡Bueno, bueno, la puta madre que los parió! ¡Ya hemos empezado!- vociferó Barras-. Ahora que la Convención y la Constitución del año III están a salvo, pasemos a revisar los puntos que esta establece, que como ya saben ustedes se basan esencialmente en tres máximas, que serán los pilares del nuevo gobierno- Barras hizo una pausa para sacar un rollo de papel, al mismo tiempo que parecía comprobar la atención general del público. Luego, procedió a leer el papel en voz bien alta-. "Máxima número uno: todos los hombres fueron creados iguales, salvo los que no forman parte del gobierno."

Todos empezaron a asentir y a comentar algunas palabras, manifestando su aprobación.

- Me parece justo- dijo uno.

- Ciertamente, Rousseau estaría de acuerdo- dijo otro.

Barras continuó:

- "Máxima número dos: todos los hombres (y no las mujeres) tendrán derecho a votar para elegir a los representantes del gobierno, salvo los que no forman parte del gobierno."

Todos empezaron a asentir y a comentar algunas palabras, manifestando su aprobación.

- Me parece justo- dijo uno.

- Ciertamente, Rousseau estaría de acuerdo- dijo otro.

Barras continuó:

- "Máxima número tres: el Ministerio del Tesoro queda a cargo de Paul Barras"

Todos empezaron a asentir y a comentar algunas palabras, manifestando su aprobación.

- Me parece justo- dijo uno.

- Ciertamente, Rousseau estaría de acuerdo- dijo otro.

Barras concluyó:

- De ahora en más declaró en vigencia la Constitución del año III y con ella el establecimiento oficial del Directorio como nueva forma de gobierno en Francia.

Todos empezaron a celebrar, aplaudiendo y rugiendo.

- No sé por qué los realistas se opusieron a la nueva constitución- comentó alguien.

- Sí, son unos malditos, sólo les interesa el dinero y el poder- replicó otro.

- ¡Oigan, yo tengo una pregunta!- exclamó alguien dirigiéndose a Barras.

- ¿Sí?- accedió a responder este.

- ¿No era que el sistema directoral se constituía de cinco directores?

- Em.. no, sólo uno.

- ¿Y quién va a ser?

Barras sonrió:

- Paul Barras.

Todos empezaron a asentir y a comentar algunas palabras, manifestando su aprobación.

- ¿Y las cámaras legislativas?- preguntó otro.

El Ascenso y Caída del Usurpador UniversalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora