Se escabulló por una entrada especial por la cual llegó hasta una especie de estrado en el que estaba Barras pronunciando un discurso. Enfrente, estaba la negrada. Todos hablaban, gritaban, rugían y hasta aullaban. La mayoría estaba peleándose entre sí, así que para llamar la atención Barras empezó a vomitar. Varios terminaron pulverizados. Naturalmente, un gran pozo se abrió en el suelo, en el cual más de uno cayó. Napoleone permaneció ahí parado sin adentrarse al estrado junto a Barras y sin que este se percatase de su presencia; el general corso no deseaba interrumpirlo, aunque también se hallaba desconcertado. Estaba entusiasmado por haber sido convocado a esa reunión, pero al mismo tiempo no entendía su lugar en la misma. Así que por las dudas se quedó ahí, comiendo un mapa mientras observaba a la gente y a los no pocos cuerpos que había tirados en el piso, los cuales no se sabía si eran inertes o no. Así era más o menos la Convención termidoriana.
- ¡Bueno, bueno, la puta madre que los parió! ¡Ya hemos empezado!- vociferó Barras-. Ahora que la Convención y la Constitución del año III están a salvo, pasemos a revisar los puntos que esta establece, que como ya saben ustedes se basan esencialmente en tres máximas, que serán los pilares del nuevo gobierno- Barras hizo una pausa para sacar un rollo de papel, al mismo tiempo que parecía comprobar la atención general del público. Luego, procedió a leer el papel en voz bien alta-. "Máxima número uno: todos los hombres fueron creados iguales, salvo los que no forman parte del gobierno."
Todos empezaron a asentir y a comentar algunas palabras, manifestando su aprobación.
- Me parece justo- dijo uno.
- Ciertamente, Rousseau estaría de acuerdo- dijo otro.
Barras continuó:
- "Máxima número dos: todos los hombres (y no las mujeres) tendrán derecho a votar para elegir a los representantes del gobierno, salvo los que no forman parte del gobierno."
Todos empezaron a asentir y a comentar algunas palabras, manifestando su aprobación.
- Me parece justo- dijo uno.
- Ciertamente, Rousseau estaría de acuerdo- dijo otro.
Barras continuó:
- "Máxima número tres: el Ministerio del Tesoro queda a cargo de Paul Barras"
Todos empezaron a asentir y a comentar algunas palabras, manifestando su aprobación.
- Me parece justo- dijo uno.
- Ciertamente, Rousseau estaría de acuerdo- dijo otro.
Barras concluyó:
- De ahora en más declaró en vigencia la Constitución del año III y con ella el establecimiento oficial del Directorio como nueva forma de gobierno en Francia.
Todos empezaron a celebrar, aplaudiendo y rugiendo.
- No sé por qué los realistas se opusieron a la nueva constitución- comentó alguien.
- Sí, son unos malditos, sólo les interesa el dinero y el poder- replicó otro.
- ¡Oigan, yo tengo una pregunta!- exclamó alguien dirigiéndose a Barras.
- ¿Sí?- accedió a responder este.
- ¿No era que el sistema directoral se constituía de cinco directores?
- Em.. no, sólo uno.
- ¿Y quién va a ser?
Barras sonrió:
- Paul Barras.
Todos empezaron a asentir y a comentar algunas palabras, manifestando su aprobación.
- ¿Y las cámaras legislativas?- preguntó otro.
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El Ascenso y Caída del Usurpador Universal
Historická literaturaTodos conocemos el nombre de Napoleón Bonaparte, pero pocos conocen su verdadera historia. Ridley Scott definitivamente no es uno de ellos, pero yo sí. Por eso, el día de hoy vengo a ofrecerles este libro recién desclasificado de la Biblioteca Munic...