Habían llegado al parque de diversiones y aunque Charlie todavía estaba renuente, pues había sido secuestrado por Babe, decidió dejar la apatía a un lado y disfrutar del momento, quiso olvidarse de todo, solo por hoy olvidaría que Babe y el no están juntos, que él no lo ama, solo por este pequeño lapso de tiempo serian el y Babe.
Parecía que todo había conspirado a su favor el clima perfecto, la cantidad de gente ideal, el tráfico correcto, todo había estaba siendo increíble y ciertamente se estaba diviertiendo
- No puedo creer que hayas vomitado P', ¿Realmente eres un corredor de autos?
Se burlaba del mayor quien, después de haber bajado de la montaña rusa no había soportado y devolvió la pizza que habían desayunado.
- No me molestes, eso fue jodidamente traumante, ¡No me vuelvo a subir a una cosa de esas en la vida, no importa cuánto te ame!
Charlie lo miro sin decir nada, sabía perfectamente que Babe mentía, pero como podia frenar a su tonto corazón que latía con fuerza ante esas palabras.
-No arruines el momento con tus mentiras...subamos a ese juego
Lo jaló de la mano, llevándolo a la fila de la grandiosa rueda de la fortuna, mientras esperaban su turno, no pudo evitar mirar a su mayor de reojo, se estaba arrepintiendo de haber escogido aquel juego, ya que recordó aquella escena que vio de una pelicula, donde los protagonistas al llegar a lo mas alto sellaban con un beso su amor.
Cuando estaban juntos y le pedía una cita había planeado todo para hacer lo mismo con Babe, pero, ¿Qué obtuvo?, una risa sarcástica y un "no seas idiota"
No queria seguir recordando, se supone que tenia que disfrutar.
Estando ya en el juego se dedicó a disfrutar de la estupenda vista que la rueda de la fortuna le brindaba, no queria tener contacto visual con Babe, pero inesperadamente su cálida mano tomó la suya.
Charlie alzó la mirada y pudo contemplar aquellos ojos, esos hermosos ojos, ambos se miraron fijamente sin decir una palabra, pero tratando de expresar esos sentimientos profundos que los dos sentían, poco a poco el mayor se fue acercando, necesitaba esos labios, aquellos labios que extrañaba tanto, sin embargo al rozar sus labios Charlie volteó el rostro y Babe solo pudo alerjarse sintiendo una opresión en el pecho, despues de aquello ninguno dijo nada, solo esperaban que aquel juego se detuviera pronto.
Al bajar Charlie intentó mantener el humor arrastrando a Babe a otro juego, al llegar, Babe lo miró como si estuviera loco.
- Ni siquiera lo pienses...Es un no definitivo.
- Oh vamos...¡No pensé que fueras tan gallina!
- De cualquier modo no voy a subir en eso y ¡Es mi última palabra!
Firme como era, se encontraba en primera fila, en ese juego, parecido a la condenada montaña rusa pero de dónde salías completamente mojado.
- Si me enfermo tendrás que cuidarme...
Le miro irritado pero ciertamente divertido.
Charlie no pudo evitar sus risas ante los gritos de nena asustada de su mayor, se quejaba de que iba demasiado rápido y de que mojaba su mejor ropa.
El clima se descompuso de pronto al momento de bajar del juego, completamente empapados y riéndose ante la experiencia, ciertamente y a pesar de lo sucedido en la rueda de la fortuna, habían tenido un día increíble, no les importaría si se enfermaban después de eso.
-El sol empieza a ocultarse, debemos ir a casa...
Entonces...recordaron su realidad, recordaron el hecho de que estaban separados y de que había alguien más que esperaba a Charlie.
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¡Entiéndelo!
DiversosNo te amo, nunca voy a amarte, ¿Cuándo vas a entender que es solo sexo?