¿Este es el adiós?

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En cuanto despertó fue a darse una ducha y se bañó delicadamente, como si eso fuera a lavar la culpa que sentía por haber traicionado a ese chico que lo amaba.

No sabía de qué sentirse más mal, si del hecho que había traicionado a su actual novio o de que realmente en el fondo no se arrepentía, amaba demasiado a Babe y sabía que en ningún universo, en ninguna otra versión, ni ninguna otra realidad sería capaz de rechazarlo.

Mientras terminaba de secar su cuerpo, recordó la pasión desbordante de la noche anterior, mirándose al espejo notó en su cuerpo las marcas que comprobaban lo que había pasado en la noche anterior.

Y le dolía, pero no por la razón que debería, le dolía porque aún así no podía perdonarlo todavía, le dolía porque había traicionado la confianza de alguien que creía en él y le dolía porque estaba tan enamorado, quizá, más que antes de su partida.

Luego de terminar de arreglarse y tomar algunas de sus ropas que había dejado ahí la noche de su partida, bajó a la cocina y le recibió el aroma del desayuno recién hecho eso le sorprendió, ¿A caso Babe había aprendido a cocinar?

-Charlie, por fin despertaste el desayuno ya está hecho, ¿A dónde quieres ir el día de hoy?

En la mente de Babe, las cosas ya estaban arregladas todo había regresado a la normalidad y Charlie era suyo nuevamente, lo que pasó anoche le dio a entender que el menor lo había perdonado y habían vuelto a estar juntos, no se preocupó de ir a recoger sus cosas porque ahí a su lado tenía lo suficiente.

-P'...lo que pasó anoche no debió de ocurrir...yo...no sé porque no pude controlarme...yo tengo una pareja y...aunque apenas estamos comenzando juntos me siento terriblemente mal por lo que hice.

¿Cómo pudo pensar que lo iba a perdonar tan fácilmente?, esas palabras estrujaron su corazón, Charlie era así, no podía soportar que los demás sufrieran por su culpa, pero también, está el hecho de que nadie puede forzarse a estar con otra persona si no la ama y la noche anterior Charlie le demostró que lo sigue amando.

-Yo pensé que...todo estaba arreglado entre nosotros...debi suponer que jamás harías algo así...solo, come conmigo y te llevaré de vuelta...por favor.

Y así lo hizo, ambos comieron juntos en un incómodo silencio, al terminar Charlie le ayudó a recoger la cocina, luego, juntos partieron de regreso a su casa, durante el trayecto Babe le preguntó.

-¿Por qué insistes en no perdonarme si aún me amas? Sé que te hice mucho daño y estoy sinceramente arrepentido, por favor cachorro, vuelve conmigo, quiero verte y despertar a tu lado todas las mañanas, aunque no me creas yo te amo, te amo tanto que me estoy volviendo loco los días sin ti no tienen sentido.

Dijo esto mientras estacionaba el auto frente a la casa de Charlie y tomaba su mano mirándolo suplicante.

Charlie solo pudo sentir como sus ojos se humedecian, no apartó su mano de la ajena sin embargo aún tenía esa sensación en el corazón, esa que le decía que su amor no era verdad, que solo quería recuperarlo para volver a lo mismo.

-Ese es justamente el problema P' Babe... No te creo, ¿Cómo esperas que te crea?, si yo hubiera hecho algo de lo que tú me hiciste a mí y de repente me aparezco a decirte que te amo, ¿Me creerías?

Y ahí fue donde Babe entendió, por fin se dio cuenta que quizás el daño que hizo era irreparable, que había lastimado profundamente el corazón de alguien que lo amaba sinceramente y hasta ahorita se daba cuenta de cuán profundo del daño y no solo por lo que Charlie le decía, sino porque podía ver en su rostro el esfuerzo que hacía por contener esos sentimientos retenidos y todo por no hacerle daño, porque Charlie siempre va a preocuparse por él, no importa donde esté ni con quién y él lo sabe, que siempre va a ser su número uno.

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