Capítulo 11 final

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nuevo berk

(Sigues perdido en tus pensamientos mientras cabalgas sobre Bahamut. Miras a Astrid y a Hicca mientras descienden hacia la tierra del Nuevo Berk. Astrid te mira a ti y a Hicca con simpatía. Aterrizan en un pastizal abierto junto a los acantilados, a cierta distancia de la construcción detenida. Desmontas y observas el pueblo, luego te giras hacia Bahamut, que se mueve con la mirada baja. Lanzas una mirada hacia Hicca y Astrid, que asiente con la cabeza en señal de aliento. Respiras profundamente y giras a Bahamut para que te mire)

T/n: Está bien, amigo. Tú y Chimuelo pertenecen allí. Con ellas. Nosotros no.

(Bahamut ladea la cabeza, aparentemente entendiendo. Suspira, claramente en conflicto)

T/n: Y eso está bien. Encontraremos una manera de man--

(De repente, las placas de las orejas de Bahamut y Chimuelo se contraen. Miran hacia atrás, hacia el pasto abierto. El viento susurra entre la hierba alta. Levantan la cabeza, curiosos. Al principio, no ven nada... luego, una ráfaga separa las briznas de hierba, revelando a la Furia Luminosa y a la Furia Nocturna agazapadas como leonas al acecho)

Hicca: ¡Oye! ¡Nos siguieron de vuelta!

(Chimuelo y Bahamut se ponen de pie de un salto, eufóricos. Corren hacia ellas, agitando las lenguas en un ataque de alegría. Saltan al aire y las derriban contra el pasto. Caen por el acantilado, de cabeza sobre cola, gorgoteando de alegría. Hicca observa, radiante. Se gira hacia ti y Astrid, aliviada)

Hicca: ¡Quizás no tengamos que decir adiós después de todo!

T/n: hicca...

(Chimuelo y Bahamut se ponen de pie y guían suavemente a la Furia Luminosa y a la Furia Nocturna hacia Hicca, tú y Astrid. "Nuestro hogar", arrulla Bahamut. Los siguen con cautela, inseguras)

Hicca: Eso es todo...

Brutilda: ¡Guau! ¡Sí!

(De repente, aparece Brutilda y aterriza sobre el dragón que Grimmel le regaló)

Astrid: ¿Qué?

(Ella salta, sonriendo y girando triunfalmente)

Brutilda: ¿Me extrañaron?

Astrid: ¡¿Cómo escapaste?!

Brutilda: ¡Los molesté hasta que me dejaron ir! Jeje. Qué tontería.

(Brutilda mueve sus trenzas. Tú, Hicca y Astrid intercambian una mirada de preocupación)

Hipo: Espera. ¿Grimmel te dejó ir?

(Ella les lanza un guiño cómplice)

Brutilda: No pudieron conmigo. Verás, todos piensan que Brutacio es más molesto, pero...

(Tus ojos brillan, alarmados)

Astrid: --Espera, espera.

T/n: Brutilda, ¿te siguieron?

(Ella lo mira boquiabierta, sin comprender, luego sonríe)

Brutilda: Nunca miro atrás, T/n.

(El pánico inunda tu rostro y el de Hicca. Te das la vuelta hacia Bahamut, Chimuelo, la Furia Nocturna y la Furia Luminosa)

T/n: Bahamut.

Hicca: Chimuelo.

(Tú y Hicca corren hacia ellos mientras Bahamut y Chimuelo conducen a la Furia Luminosa y a la Furia Nocturna más cerca)

T/n: ¡BAHAMUT!

(De repente, un susurro en la hierba hace girar a la Furia Luminosa y a la Furia Nocturna. Olfatean el aire. Alarmadas, gritan y emprenden el vuelo. Pero es demasiado tarde. Un dardo pasa zumbando por el aire y les da en el cuello. Caen al suelo, casi deslizándose por el acantilado. Bahamut y Chimuelo gritan furiosamente, corriendo hacia ellas)

Httyd el mundo oculto x Lector masculinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora