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Siempre escuché a la gente decir que en el corazón no se manda, que no hay razón para decir adiós cuando aún se ama.
Pero en mi pecho no encuentro razón latente, que me haga sentir que este camino, a tu lado, es el presente.

Las palabras se quedan en el aire, sin peso ni dirección, entre lo que fuimos y lo que somos, solo queda confusión.
Dicen que el amor lo puede todo, que vence cualquier barrera, pero este amor se desgasta, se rompe, y ya no espera.

Te amé con todo lo que tuve, sin reservas ni temor, pero a veces amar también es soltar el dolor.
No hay razón que me obligue a quedarme en este lugar, cuando lo que alguna vez nos unió, ya no nos puede salvar.

Siempre escuché que aferrarse es la prueba de quien ama, pero a veces soltar es lo que realmente sana.
No hay razón en mi pecho que me diga continuar, porque el adiós, aunque duela, es la forma de sanar.

El eco de un adiós Where stories live. Discover now