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Ya no puedo dormir porque invades mi mente, como un eco constante, como un fuego latente.
Cada pensamiento se tiñe de tu nombre,
y mi calma se pierde entre sombras de un nombre.

Ya no puedo dormir porque te apoderas de mi subconsciente, eres un huésped que no se marcha, persistente.
En cada sueño, en cada rincón oscuro,
apareces tú, implacable y seguro.

Me arrancas el sueño, me robas la paz,
me dejas varada en esta soledad voraz.
Eres la tormenta que no deja de llover,
y yo, náufraga en un océano que no puedo vencer.

Daría lo que fuera por borrar tu huella,
pero tu ausencia se ha vuelto mi estrella.
Esa que guía, pero también me consume,
esa que brilla, aunque mi alma se arrume.

Ya no puedo dormir, ni quiero intentarlo, porque hasta en mis sueños termino amándote y llorando.

El eco de un adiós Where stories live. Discover now