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Yo era la que te amaba con tanto furor, como un jardín que florece bajo el sol, cada pétalo mi alma abría con ardor, regando mis sueños con fervor y sin control.

Era quien daría la vida por ti,
nutriendo cada brote con ternura y pasión, mi amor crecía fuerte, como un rosal en el jardín, con espinas y fragancias, llenando el corazón.

Mis flores se levantaban en danza de colores, bailando al viento, llenas de alegría, cada aroma que exhalaban contaba nuestras historias, creando un refugio donde brillaba la melodía.

Muerdo los labios al pensar en volver,
porque la nostalgia me llama como una flor al sol, pero no lo haré, aunque me duela perder, prefiero que en mi jardín florezca un nuevo rol.

Aunque muero por sentir el calor de tu abrazo, sé que mi jardín no puede vivir en el pasado.
El viento sigue soplando, las hojas se van, y aunque te extraño, seguiré sin mirar atrás.

El eco de un adiós Where stories live. Discover now