Capítulo 9

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Mientras le cuento a Manuel todo lo que esta pasando no puedo dejar de pensar en Pablo. ¿Por qué me ha besado? Si tanto me odia debería de alejarse de mí, en vez de eso me confunde de esta manera. ¿Qué se supone que siento yo por él? Lástima, eso está claro, pero, ¿no será que empieza a gustarme un poquito? No. No voy a negar que es guapo, que el azul de su mirada me atrapa, me hipnotiza, y que el beso me ha gustado, pero yo jamás me enamoraría de alguien como él.

- Definitivamente te volviste loca por completo.

- Si, yo también lo creo.- respondo intentado organizar mis pensamientos.- Manuel, esto lo hago por mi familia y por toda la gente del barrio. Si puedo hacer que sus vidas mejoren, vale la pena, ¿no?

- ¿Pero a qué precio? Si te casas con el muñequito de plástico estarás renunciando al amor. Bueno eso, siempre y cuando no te enamores de él.- empieza a reír a carcajadas, pero al ver que yo no me rio, se pone serio.- Marizza Rey, dime ahora mismo que no estas teniendo sentimientos románticos por ese tipo.

- ¡Pues claro que no!- miento, en realidad estoy echa un lio, pero si le dijese a Manuel todo lo que me pasa me llevaría de cabeza al psiquiátrico.- Te estaba tomando el pelo. Tú sabes perfectamente que los muñequitos como ese no son mi tipo.- ambos nos reímos.- En serio, Pablo es un niño malcriado que no tiene interés por nada que no sea él mismo.- le miro para asegurarme que me cree.- Manu, gracias por venir, pero ahora tengo que prepararme para esta noche. Sergio quiere llevarnos a cenar y quiero estar a la altura.

- Vale, pero antes de irme prométeme que por muy rodeada que estés de lujos no te olvidaras de quien eres ni de dónde vienes.

- ¡Pues claro que no!- le abrazo.- En cuento pueda iré por el barrio.- le acompaño a la puerta la abro, nos damos en beso de amigos, y Manuel sale.- Dale recuerdos a la tía Sandra.

- De tu parte, canija.

Decido buscar a Mía, con todo el ajetreo aun no me he disculpado con ella. Subo por la escalera de la derecha, la habitación de Mía esta justo al terminar de subir, en la puerta de la derecha. Llamo y me invita a entrar. Su habitación parece sacada de un cuento de princesas, todo es rosa.

- Mía, ¿podemos hablar?

- ¿Qué quieres?- responde desde el tocador

- Disculparme. No quería hacerte sentir mal con lo del vestido, pero...lo siento.

- ¿Sabes lo que me costó elegir el outfit perfecto para ti? Todo porque mi padre me lo pidió. Él quería que todo estuviera perfecto para la rueda de prensa.- se levanta de la silla para mirarme.- ¿Sabes lo difícil que es ser hija de mi padre? Para él no valemos nada. Todo lo que hacemos está mal. De pronto decide que yo soy útil para algo y me esfuerzo para ser la mejor, pero entonces llegas tú y tiras todo eso a la basura.

- Lo siento, yo no quería dejarte mal delante de tu padre.

- ¿En serio? Porque yo creo que sí. Yo creo que desde que llegaste a esta casa has querido destacar por encima nuestra para ganarte su favor.

- ¡Eso no es así!- hablo un poco más alto de lo que pretendía.- ¿Te has parado a pensar lo que todo esto significa para mí?

- ¡Pues claro! Ahora tienes una vida de lujos, y no vives en una cueva del puerto. Seguro que estas encantada con el cambio.- sonríe.- Si además te ganas el afecto de mi padre...

- ¿Encantada? No sabes nada. Yo estaba feliz con mi vida en mi cueva.- repito su forma de burlarse de mi casa.- Tenia un trabajo, vivía con mi familia y estaba rodeada por mis amigos. Pero de pronto se me ocurrió ser buena persona y ayudar a tu hermano, con tan mala suerte que un periodista saco la foto menos apropiada de la historia y decidió contar una historia que no es real.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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