Waves I Rafe cameron & JJ maybank

𝖳𝖾𝗇

La casa estaba en silencio, aunque el murmullo distante de risas y conversación en el jardín dejaba claro que la noche aún no había terminado. Desde la ventana de la cocina, John B miraba hacia afuera. En el patio, Kate estaba sentada en una hamaca, balanceándose lentamente mientras hablaba con Kie y Pope. La luz hacía que su cabello brillará como un halo, pero su postura tenía algo de cautela, como si aún no terminara de relajarse del todo. La luz amarillenta del porche iluminaba el rostro de Kate mientras ella se reía de algo que Kie había dicho, y por un instante, JJ no pudo evitar quedarse mirándola.

Detrás de él, JJ se apoyó en el marco de la puerta con una cerveza en la mano, observando en silencio la misma escena.

—Entonces... —comenzó John B sin apartar la vista de la ventana, John B lo notó al instante, con esa habilidad que tenía para leer a su mejor amigo.—, ¿vas a decirme qué está pasando con ella o voy a tener que adivinar?

JJ soltó una carcajada breve, aunque sin mucho entusiasmo, y se acercó hasta quedar junto a su amigo. Se quedó mirando a Kate con una expresión que oscilaba entre la diversión y algo más serio, algo que no dejaba que se asomara del todo.

—¿Qué quieres que te diga? —respondió, dándole un trago a su cerveza—. La encontré por ahí el otro, la llevé, y ahora está aquí. Fin de la historia.

John B levantó una ceja, claramente no convencido. Se giró para mirarlo directamente, cruzando los brazos.

—Vamos, JJ. Te conozco. No haces nada sin un motivo, y mucho menos con alguien como Kate. No me digas que solo te la encontraste por ahí.

JJ suspiró, como si hubiera estado esperando que alguien lo presionara para hablar.

—Está pasando por algo, ¿vale? —admitió al fin, aunque mantuvo su tono casual, como si no quisiera darle demasiada importancia—. Parecía... no sé, perdida. No me iba a quedar de brazos cruzados viendo como caminaba sola hasta su casa.

John B ladeó la cabeza, intrigado.

—¿Y qué? ¿Ahora eres el héroe local de las chicas Kook en apuros?

JJ lo miró de reojo, esbozando una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

—No es así, idiota. —Se encogió de hombros y miró hacia la ventana nuevamente—. Es complicado, ¿bien? Ni siquiera sé qué le pasó exactamente. Solo sé que tenía que salir de donde estaba, y yo... bueno, le di una salida.

John B estudió a su amigo con cuidado. JJ tenía ese talento para ocultar lo que realmente sentía detrás de bromas y actitudes despreocupadas, pero algo en su tono, en su manera de observar a Kate, decía más de lo que él quería admitir.

—¿Y tú? —preguntó John B finalmente, con un tono más suave—. ¿Qué estás buscando con todo esto?

JJ se quedó en silencio por un momento, como si estuviera considerando si valía la pena ser honesto. Luego, con un gesto resignado, dejó la cerveza sobre el alféizar de la ventana.

—Nada, en serio. —Suspiró, rascándose la nuca—. Solo pensé que... ya sabes, aquí podría estar bien. Con nosotros. Ella es diferente a los demás Kooks.

John B frunció el ceño, intentando entender.

—¿Diferente cómo?

JJ soltó una risa seca.

—Diferente como que no le importa si el sofá está roto o si vivimos en una casa que parece a punto de derrumbarse. Diferente como que no me miró como si fuera un desastre humano desde el primer momento.

John B asintió lentamente, pero su mirada seguía llena de preguntas.

—Entonces... ¿te gusta?

JJ lo miró con incredulidad, riéndose a medias.