Waves I Rafe cameron & JJ maybank

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Kate bajó del auto, miró alrededor y no pudo evitar notar las diferencias con su zona habitual. Estaba en el lado sur de la isla, el lado "Pogue". No era que nunca hubiera pasado por allí, pero pocas veces lo había hecho sola, y nunca con el propósito de hacer compras. Figure Eight era un mundo aparte, y ella lo sabía. Aquí, las tiendas eran pequeñas, sin el brillo ni el lujo de las boutiques del lado "Kook". La pintura de las fachadas estaba algo desgastada, y había un aire de cotidianidad y trabajo que se sentía casi ajeno para ella.

El lugar donde tenía que hacer su encargo era una tienda, con cestas de mimbre llenas de cosas de pescas, y un cartel de "Mariscos frescos" pintado a mano. Kate respiró hondo y entró, tratando de parecer segura, aunque una parte de ella sabía que podía llamar la atención aquí.

Mientras recorría el pasillo con un papel en la mano y buscaba las cosas que su padre le había encargado, escuchó una voz detrás de ella.

—¿Y tú qué haces aquí, princesa?

Kate se giró y ahí estaba JJ Maybank, apoyado en un estante y con una media sonrisa que parecía mezcla de burla y curiosidad. Tenía las manos en los bolsillos y la mirada despreocupada. JJ era alguien a quien había visto en el corte, siempre en compañía de sus amigos, riéndose y haciendo algún comentario sarcástico.

—¿Perdón? —respondió ella, tratando de mantener la compostura.

JJ alzó las cejas, divertido. —Tú, aquí. ¿No es muy "sulfurante" para los kooks respirar nuestro aire? —dijo, exagerando la palabra y poniéndose una mano en el pecho, como si imitara a un kook asustado.

Kate rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír un poco. —Ya, ya. Mi papá me envió a recoger unas cosas. No es que me guste o algo.

JJ la miró con una expresión divertida, acercándose un poco más. —¿A recoger pescado? Vaya, pensé que los ricos mandaban a alguien a hacer esas cosas. No esperaba ver a una Moss en persona por aquí.

Kate se encogió de hombros. —Supongo que es algo de familia... Si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo, ¿no?

JJ soltó una risa, sorprendido. —Vaya, no esperaba que una kook como tú me soltara algo tan filosófico.

—No soy tan predecible como crees, Maybank. —Le lanzó una mirada desafiante, tratando de igualar el tono burlón de él.

JJ la miró de arriba abajo, como si intentara descifrarla. —Supongo que no. —Hizo una pausa, su tono cambiando a uno más casual—. ¿Y qué te hace pensar que no te va a comer alguien aquí? Estás en territorio pogue.

Kate se rió, cruzando los brazos. —¿Debería preocuparme? ¿Me vas a atacar tú?

JJ fingió pensar, llevándose la mano al mentón. —Depende. ¿Qué tan bien sabes defenderte? Porque, la verdad, dudo que hayas tenido que lidiar con una pelea de verdad.

Kate levantó una ceja. —Podría sorprenderte, Maybank.

JJ la observó por un momento, como si realmente no estuviera tan seguro de eso. Pero luego, soltó una sonrisa cómplice y relajada.

—¿Sabes qué? Te voy a dar un consejo gratis. —JJ se inclinó un poco, en un tono más bajo, casi susurrando—. No confíes en nadie aquí, especialmente si llevan más tatuajes que dientes.

Kate no pudo evitar reírse, aunque notó que JJ la miraba con una especie de atención que le resultaba inesperada.

—Lo tomaré en cuenta —respondió, intentando sonar casual, aunque algo en su mirada hacia él revelaba una curiosidad genuina.

Él asintió y dio un paso hacia atrás, apoyándose en una estantería mientras ella volvía a su lista de compras. Pero JJ no se alejó, simplemente se quedó allí, como si no tuviera prisa. Kate lo miró de reojo, sorprendida de que no hubiera hecho algún comentario sarcástico y se hubiera ido.