11. Lewis Hamilton

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Semanas atrás...

—Primero que nada, déjame realmente disculparme por la forma en la que sucedió todo. Yo sé que fue la cosa más informal de todas, pero no podía zafarme de los compromisos que ya tenía y cuando mi abogado me avisó de la notificación, fue todo un caos que apenas podía resolver por videollamadas. No quiero darte más excusas, pero tampoco quiero hacer como que nada de eso sucedió y no fuese la cosa más grosera que pude hacer.

Checo sonrió y negó con la cabeza al escuchar a Lewis disculparse, el británico parecía preocupado por no ser tomado seriamente o demasiado grosero, aunque a él realmente no le importaba esa situación, no cuando sabía que no provenía de la malicia. Todos estaban buscando una salida rápida a eso y no juzgaba a Lewis.

—Descuida, sé que eres una persona muy ocupada. No me molesta que haya sucedido así, honestamente es casi normal.

—Sí, pero no es lo ideal, por eso quise verte cuanto antes llegara aquí. —Lewis recargó sus brazos sobre la mesa. Estaban en una cafetería elegante y tranquila, en un balcón que ofrecía cierta privacidad y buena vista. El lugar estaba solo, porque Lewis lo había reservado para poder tener un momento a solas con Checo.

—Y yo acepté venir a verte porque tengo algo que decirte, de frente, también. —El omega estaba un poco nervioso, podía decirse debido a su aroma ya que no estaba usando parches bloqueadores. Aunque él y Lewis se conocían desde hace mucho, aquella situación era difícil, se sentía apenado de rechazarlo tan abiertamente. Los rechazos y las situaciones emocionales en definitiva no eran lo suyo.

—Ya lo sé, mi abogado me lo dijo, al principio pensé que fue por la informalidad de la petición, pero ahora que estamos aquí, quiero saber por qué. —El alfa, con su forma tan tranquila de hablar y su forma tan directa de mirarlo, lo ponían nervioso, más de lo que estaba. Le dio un trago a su café para tranquilizarse. —Sé que tú y yo jamás tuvimos algo serio, ambos estuvimos de acuerdo en que lo que pasó entre nosotros fue casual y amistoso, quizá cosa de la borrachera que nos metimos, o tal vez tensión sexual no resuelta, pero pensé que no teníamos problemas por eso.

—Y no lo tenemos, no me malentiendas. Rechazar tu petición de cortejo no tiene nada que ver con lo que sucedió entre nosotros en ese entonces. Ambos estábamos bien con que fue algo pasajero y casual, te aseguro que no hay ningún sentimiento herido debido a eso. —Se apresuró a aclarar aquello, aunque estaba seguro de que probablemente Lewis lo sabía, solo quería encontrar respuestas.

—¿Entonces? Creo que tú y yo podríamos ser una buena pareja, nos conocemos de mucho, hemos tenido una buena amistad y nos conocemos en la cama también, ¿qué es lo que te hizo rechazar mi propuesta?

La pregunta tan directa hizo que se le calentara la cara a Sergio, sentía las mejillas arder y seguramente se notaba, incluso soltó una suave risa de nervios.

—También creo que coincidimos en eso... honestamente, nos fue bien en esas veces, ¿no es así? —Mordió su labio inferior, riendo. Recordaba esas veces que había estado con Lewis. La primera había sido pura tensión sexual, resuelta después de embriagarse juntos, las otras dos veces habían sido por mero gusto y después Lewis había comenzado una relación con alguien y Checo también, nunca hubo sentimientos heridos, el cariño y respeto era mutuo, era dos personas adultas que habían tenido sexo y lo habían disfrutado, era todo.

—Sí, a decir verdad, sí. —Lewis también se rio, recordando aquellos tiempos.

—Pero esa no es la razón por la que voy a rechazarte, Lewis. Estoy seguro de que habríamos sido una buena pareja, solo que... hay alguien más.

Lewis se recargó en su silla y miró sus manos un momento, se mecía suavemente, como asintiendo o comprendiendo lo que Sergio le estaba diciendo, luego su mirada se dirigió de nuevo al omega y lo analizó por unos segundos.

La Propuesta (Elígeme a mí) {Chestappen}Where stories live. Discover now