Cap. 25: Malo o bueno... Sigue el plan.

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Por fin conozco a Ernesto, no es la forma ideal como haya pensado en conocerlo pero algo es algo. Volteo a la dirección donde vino la bala y veo como una silueta de mujer montada en una motocicleta desaparece por la calle. Toda la gente que estaba fuera y de las casas alrededor del hotel se acerca a ver el cadáver, ¿Por qué siempre tienen que hacer eso? Santos corre hacia el cadáver y lo mete al coche que lo acababa de dejar.

—Isabel –me busca Matías entre la gente —Vamos a que subas a tu recámara –dice mientras me sostiene del brazo. ¿Por qué están gentil ahora? Estaba enojado conmigo hace más de media hora.

—Matías no tienes que hacer esto...

—Vamos, todos hemos tomado malas decisiones, no te dejaré, no dejaré que venga a arruinar los últimos años, a parte que seria de ella sin mí –dice mientras pienso a que se refiere.

—Pero pensé que...

—No pienses, no te mortifiques, quiero que termines todo esto y al final elegirás y si lo decides el yo... respetare tu opción, pero no será la mejor –dice lo último en voz baja. —Ten, te traje algo de ropa así que cámbiate en lo que llega tu maleta –me dice ofreciéndome una bolsa de un centro comercial y él se va dando la vuelta para marcharse de aquel lugar.

—Matías...

— ¿Si? –pregunta volteando rascándose la barbilla con una sonrisa.

—Gracias –digo sorprendida.

—No hay de que –dice medio volteándose pero con una sonrisa.

Esto parece que es un sueño, o está planeando la venganza.

Subo a una de las habitaciones me meto a bañar y me cambio, vaya que sabe cómo hacerme sentir bien, me trajo unos jeans más cómodos que los de las embarazadas, una blusa color vino u unas botas color vino también. Me siento en la cama y veo mi celular, tengo un mensaje perdido.

"Tienes mi voto" Sin remitente, ni nada. Yo creo que alguien se equivocó. Lo dejo a un lado mientras tocan la puerta, me levanto y voy recogiendo mi cabello, veo a Hannah por el pequeño orificio de la puerta y abro.

—Qué bueno que no has abierto tu maleta, tenemos que irnos en este preciso momento –dice entrando.

— ¿Por qué? No podemos, tengo que...

—Nada de peros, tenemos que ir a casa ya que tenemos que estar listos para decidir al nuevo jefe en la isla muerta, con Ernesto muerto tienen que tener un nuevo líder o todo el equilibrio se ira al carajo –dice mientras se sienta en la cama.

— ¿Aja pero yo que tengo que ver? –respondo enfrente de ella.

—Bien... tu padre malo o bueno, era asesino y la organización es de asesinos no importa si mataron por bien o por mal.

— ¿Me estás diciendo que mi padre era de los grandes?

—Querida tu padre era el mejor amigo de Ernesto y tienen que elegir y por lo que veo tú ya cuentas con el voto de un difunto lo que hace que estés dentro.

—Bueno, esto es como las elecciones, debe de haber un compro de votos o muchos querrán serlo ¿no?

—No, por eso se hace una junta, se unen los seis primeros asesinos y tu padre era el cuarto. ¿¡Que jamás viste piratas del caribe?! Es lo mismo, se unen y ahí mismo votan, de hecho hasta votan por sí mismo, es un relajo que alguien se decida.

— ¡Pero si descubren que yo soy su hija todo mi plan se ira al carajo!

—Lo siento pero debes de ir a representar a la OSA.

— ¿Cuándo es?

—En unas dos semanas, tal vez tres en lo que encuentras al japonés.

— ¿Hay un japonés?

— ¡Layra! –grita Hannah.

—Lo siento, bueno pues creo que tenemos que sacarle ya la información a Franco... -pienso. —Alemania.

— ¿Que? –pregunta con cara de confundida al escucharme decir lo último.

—Cuando Franco me secuestró en mi boda dijo que iríamos a Alemania, creo que ahí tiene su "guarida" pero haremos una escala en Alaska. Espera tengo que ir con alguien, voy al bar.

***

—Un vodka por favor, digo mientras veo a lado y me encuentro a Ginevra tomando un caballito con una botella de tequila a lado. Nos quedamos hablando ella y yo desde hace una hora y mi cabeza da vueltas por tanto alcohol.

— ¡Simplemente no sé por qué se casó conmigo si la ama a ella, que la levante de las cenizas o se dé un plumazo y que se vaya con ella! –me dice Ginevra con un tono de alcohólica y el aroma ni se diga mientras ella habla y habla sin saber que de la persona que se está quejando... es de mí.

—Supongo que estar en su casa es difícil...

—No, en el edificio ni dormimos juntos, no tienen ni menos de un mes que se acostó conmigo pero en todo momento me decía su estúpido nombre, se supone que yo ni tenía que enamorarme de él.

—Creo que ya es tarde, tienes que ir a dormir –dice Santos cargando a Ginevra del brazo derecho que parecería que la jala de aquel banco donde se encontraba la chica.

—Y tú también debes de ir a dormir preciosa –dice Matías llegando a taparme con su saco mientras Ginevra hace un puchero de emoción al vernos.

Subo a mi recamara y suena otra vez mi celular.

"Suroeste de Berlín, cerca de Postdam..." sigo leyendo y una sonrisa se dibuja en mi cara, tengo la dirección de los Bustamante. Segunda etapa del plan... sigue funcionando.



~o~o~o

Hola, hola.

¿Cómo están?

Espero y bien.

¿Qué tal? ¿Les gustó? 

3 Cositas... :

*   Ya están editados los capis que les debía :3.

*   Cuarto y penúltimo capítulo del maratón, el próximo será mañana... Pero recuerden que estos capis son más cortos que los anteriores, trato de hacerlo de aproximadamente quinientas palabras pero siempre se me van hasta ochocientas XD. No coman ansias, ya casi termina Lecciones Aprendidas, como les dije no la quiero hacer demasiada larga así que como cuatro acontecimientos sumamente importantes y verán que se acaba. No se espanten, yo les avisare unos tres o cuatro capítulos antes.

*   ¿Alguien sabe cuál fue la primera etapa del plan? :B

Hahaha, bueno, muchas gracias por seguirle dando una oportunidad a esta historia que hago con todo mi sets

¡Andamos en contacto!



***

Canción: Florence + The Machine - Breath Of Life

Muchas gracias por leer. Comenten y voten que en este espacio su opinión se respeta.

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